GARA
L’ALGUER

Aragonès y Puigdemont no se acercan mucho en Alguer

Pere Aragonès y Carles Puigdemont se encontraron en Cerdeña y posaron juntos para los medios gráficos en las calles de Alguer –hubo foto de familia con integrantes de la Generalitat y dirigentes de ERC y Junts– y en la Oficina del Govern en la ciudad sarda –en un despacho reducido–. Tras la reunión, comparecieron ante los medios por separado y dejaron claro que hay cuestiones que les alejan, como la formación de la mesa de diálogo con el Gobierno español.

Pese a la infatigable persecución judicial por parte del Estado español, Carles Puigdemont venía moviéndose con relativa libertad con su “pasaporte” de eurodiputado por Bélgica, Alemania, Estado francés, Dinamarca... hasta que el pasado jueves llegó a Alguer y fue detenido por la Policía italiana en base a una euroorden dictada por Madrid.

Paradojas de la historia de Catalunya, esta ciudad de la isla de Cerdeña en la que se habla una variante del catalán ya está ligada a otro hito del proceso soberanista. No tanto por el arresto de Puigdemont, sino por el significativo encuentro que éste mantuvo ayer con el actual president de la Generalitat, Pere Aragonès, en un momento en el que las relaciones entre las dos formaciones a las que representan –Junts y ERC, respectivamente– muestran evidentes signos de tensión.

Antes de esta reunión, Puigdemont fue recibido por el presidente de Cerdeña, Christian Solinas, y por el alcalde de Alguer, Mario Conoci. Además, el expresident pudo participar en el 33º Encuentro Internacional organizado por Adifolk –asociación que impulsa el folklore y la cultura de Catalunya a través del mundo–, que fue el motivo que le trajo a esta isla mediterránea.

Aragonès, por su parte, viajó hasta Alguer en barco junto al vicepresident de la Generalitat, Jordi Puigneró (Junts).

«La libertad completa»

Tras el encuentro en la delegación del Gobierno catalán en Alguer, Aragonès expresó su solidaridad con Puigdemont y celebró su libertad, aunque advirtió de que ésta «no es completa». «La libertad completa, de él y de todos los exiliados, será cuando se retiren todas las causas» judiciales, precisó. Y por eso reclamó que se levanten todas las órdenes de detención.

En nombre del Govern, denunció que «la situación de represión contra el movimiento independentista continúa», reclamando «la amnistía y la autodeterminación, los dos grandes objetivos compartidos».

«Esto es lo que nos une, lo que tenemos que fortalecer, y la conclusión que sacamos de estos días. Es necesaria una solución política», sostuvo el también coordinador nacional de ERC.

El president no se pronunció sobre si lo sucedido en Cerdeña afectará a la mesa de diálogo en curso con el Gobierno español.

«Seguiré viajando por Europa»

Puigdemont compareció ante la prensa junto a su abogado, Gonzalo Boye; el jefe de su oficina en el exilio, Josep Lluís Alay, y el alcalde de Alguer. De entrada, reafirmó su compromiso con la independencia de Catalunya: «Seguiremos con la lucha para alcanzar nuestro objetivo. No nos rendiremos. Yo seguiré viajando por Europa». «Estoy contento del resultado final. Nuestra argumentación política y jurídica se ha demostrado. (...) La Justicia italiana ha tardado unas pocas horas en tomar una decisión que España lleva cuatro años sin tomar», añadió.

Las críticas fueron lanzadas directamente al Gobierno español, pero también rozaron a ERC, al indicar que en la mesa de diálogo entre la Generalitat y el Ejecutivo de Pedro Sánchez «hay una parte del independentismo, no menor, que no está porque no ha sido aceptada. Puede dar la sensación que el Gobierno (español) solo quería dialogar con quienes le dan el apoyo parlamentario», comentó. «Si Pedro Sánchez no tuviera líneas rojas permanentes, las cosas irían de forma diferente», añadió.