El supuesto milagro para la vuelta de las empresas a beneficios importantes no es tal. Se ha producido por dos hechos constatados por el propio Banco de España: han bajado los salarios y se ha destruido empleo, elevando la competitividad de esa manera, con apoyo en las exportaciones.

El beneficio neto de las empresas no financieras aumentó un 18,1% en los nueve primeros meses de 2013, frente a la caída del 65,3% en el mismo periodo del ejercicio pasado, debido principalmente «a la superación de los importantes deterioros por pérdida de valor en activos financieros».

En cambio, se sigue destruyendo empleo y, lo que es peor, el propio director general del Servicio de Estudios de la Central de Balances del Banco de España, José Luis Malo de Molina, reconoció que «todavía se seguirá destruyendo, porque no ha tocado fondo».

También destacó que los datos en 2013 reflejan «una moderación de la tendencia descendente de la actividad de los excedentes ordinarios, en consonancia con la salida de la segunda recesión a mitad del año». Admite que «el fuerte dinamismo de la actividad exterior, la reducción de las tensiones financieras y la moderación de los costes laborales» han permitido una mejora en los resultados económicos.

De hecho, en la información oficial de la Central de Balances se confirma que el resultado ordinario neto en 2011 cayó un 20%, se redujo por debajo del 100% en 2012 y, sin embargo, en un proceso meteórico, en 2013 toca casi el 20%.

Caída del gasto de personal

En lo que respecta a los gastos de personal, el Banco de España determina que se redujeron tanto un 2,3% en 2012 y en un 1,9% menos en los tres trimestres de 2013. «Esta evolución fue consecuencia de los efectos contrapuestos de la reducción de empleo y el avance de las remuneraciones medias, que, aunque se moderó respecto a periodos anteriores, ha seguido siendo positivo», precisó el directivo del banco.

En lo que respecta al empleo, las plantillas medias siguieron contrayéndose, tanto en la muestra de las empresas para el año 2012 como en los tres primeros trimestres de 2013, con descensos del 2,6% y 2,5%, respectivamente.

Malo de Molina afirmó que el ajuste del empleo se va aminorando, «pero todavía no ha concluido». De hecho, continuó afectando principalmente al empleo de carácter temporal, que disminuyó un 6,7% en 2012 y un 9,3% hasta setiembre de 2013. Sin embargo, en estos dos últimos años el personal con contrato fijo «se contrajo en mayor medida que en periodos anteriores», al verse afectado por importantes ajustes de plantilla realizados en algunas grandes empresas, y que «han provocado reducciones de 1,5 puntos para los dos ejercicios».

A la vista de estos datos, el gobernador del Banco de España, Luis María Linde, avanzó en la Convención Anual Financiera «el cambio de tendencia». Admitió que «los impulsos expansivos son débiles, por lo que es importante perseverar en las reformas y políticas que han mejorado nuestra competitividad, el motor de la mejoría».