El Govern recibió ayer cuatro nuevos informes del Consell Assessor per a la Transició Nacional (CATN), órgano de expertos nombrado por el Ejecutivo catalán, en los que abordan cuatro temáticas diferentes: la administración tributaria, la internacionalización del proceso, las relaciones con el Estado español y las telecomunicaciones.

En la presentación de los informes, a cargo del presidente del CATN y vicepresidente del Tribunal Constitucional, Carles Viver i Pi-Sunyer, y del conseller de Presidencia, Francesc Homs, este último reivindicó que una Catalunya independiente «es viable, democrática, técnicamente posible y necesaria»

El informe más destacado, ya que responde a un tema presente en la agenda de los partidos políticos, es el de la administración tributaria, sobre la que el CATN propone una serie de deberes a cumplir desde ahora mismo, ya que una hacienda propia es, en palabras de Viver i Pi-Sunyer, «una estructura de Estado que todos los estados tienen que tener, ya sean federados, confederados o independientes».

El informe aboga por «mejorar el sistema actual» y desarrollar la agencia tributaria catalana que existe desde 2007, un compromiso adquirido por CiU y ERC en su acuerdo de estabilidad.

Conseguida la hipotética independencia, el informe remarca la necesidad de que «lo primero que hará falta es garantizar que el flujo tributario no se pare y garantizar que los ciudadanos continuarán pagando sus tributos».

Conciencia fiscal

«Será muy importante la conciencia fiscal», añadió a este respecto en la presentación el presidente del CATN, que explicó que, según sus cálculos, la hacienda catalana podría llegar a recaudar 100.000 millones de euros al año, aunque para eso será necesario aplicar la presión fiscal de los países que más recaudan. Si se sigue con la actual presión fiscal, la recaudación sería de unos 70.000 millones de euros. También creó expectación el informe titulado «Las relaciones de cooperación entre Catalunya y el Estado español», en la explicación del cual Viver i Pi-Sunyer destacó que la finalidad del proceso catalán «no es la ruptura», sino que «debe ser una magnífica oportunidad para tener unas relaciones estrechas con España, más estrechas y constructivas que ahora, si puede ser».

Pedagogía

Es por ello que el informe propone dos mecanismos para fomentar la cooperación entre una Catalunya independiente y el Estado español: un Consejo Ibérico en el que participen España, Portugal, Andorra y Catalunya -al estilo del Nordic Council escandinavo- o un Consejo Catalano-Español, tomando como ejemplo Benelux -Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo-.

En el informe sobre la internacionalización del proceso, el CATN recomienda echar mano de la pedagogía y explicar ampliamente «el problema del agravio fiscal».

El documento está cargado de argumentos a los que el Govern puede recurrir para «justificar y legitimar la consulta ante los actores internacionales», así como para «diseñar una política de comunicación que prepare el reconocimiento del futuro Estado catalán por parte de la comunidad internacional», según explicó Viver i Pi-Sunyer.