Fede de los Ríos
JO PUNTUA

Diálogo de sordos

La libertad religiosa es absolutamente necesaria en una democracia; que cada uno pueda creer en el dios o la diosa que le venga en gana, ahora bien, lo del diálogo entre religiones, ¿qué queréis que os diga? Miedo me da

Ayer, 1 de febrero, empezó la Semana Mundial de la Armonía Interconfesional instaurada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su resolución 65/5 del 20 de octubre de 2010. Así que ya sabéis, queridos creyentes, del 1 hasta el 7 de febrero el mundo crédulo será politeísta y todos aceptarán la existencia de otros dioses y diosas además del suyo propio, que normalmente es el verdadero. Un diálogo interreligioso frente al monólogo, propio de las múltiples deidades que pueblan los cielos universales con el fin de conseguir «la comprensión mutua», dicen los de la ONU. Una fiesta del copón gracias a la cosa de la multiculturalidad.

Así que si abrimos nuestros corazones, a través de nuestras almas podremos percibir la confraternización de los dioses: un Jesús guitarra en mano con Yahvé al bajo, Alá en los teclados, un rejuvenecido Zoroastro flauta travesera en ristre y sentado como acostumbra, Buda haciéndose cargo de la batería, con las voces de Krisna y el iraní Bad de dueto, dan ritmo a una interminable conga formada por Azeban de los abenaki, la diosa Barnumbir de los aborígenes australianos, Asa de los kamba de Kenia, Brekyirihunuade de los akan, Nyame de los Ashanti, Tezcatlipoca de los aztecas, Aizen Myÿ-ÿ de un sector de los budistas, Lugh de los celtas, Yue de los chibchas, haciendo piña los ocho inmortales de China, el egipcio Amón con Nefertiti, Abuk de los dinkas, Ebo de los dahomeys, Zalmoxis de los tracios, Hisagita-imisi de los creeks, Nanabozho de los chippewas, Abassi de los efiks, Menrva de los etruscos, Ukko de los finlandeses, un Zeus envejecido por la crisis, Abaangui de los guaranís, Brahma el hindú, Ekam de los ayyavazhis, Kokopeli de los hopis, Ahia Njoku de los igbo nigerianos, el inca Inti, Nanook de los inuit, Amaterasu con kimono, el eslavo Perun, el maya K'inich Ahaw y Ashur el asirio, Thor y Odín ahítos de cerveza, el tatuado Make-Make de los rapanuis, el bajito Khonvoum de los pigmeos, Pelé de los polinesios, Saxnot el sajón, Júpiter hecho un basislico, Amotken de los salishis, Maymon de los sardos, Amaterasu de los sintoístas, Anu de de los sumerios, Mari de los euskaldunes, Unkulunkulu de los zulús y Awonawilona de los zuñís. Una conga divina. Falta el Espíritu Santo, víctima de una inoportuna gripe aviar. El resto más 2.000 deidades han excusado su asistencia por incompatibilidades en la agenda.

Otro 1 de febrero, allá por 1939, el gobierno español decretó la ilegalidad de todas las religiones en España salvo la católica. Cosa al parecer fea, yo también lo creo, más que nada porque pasó a ser obligatoria. La libertad religiosa es absolutamente necesaria en una democracia; que cada uno pueda creer en el dios o la diosa que le venga en gana, ahora bien, lo del diálogo entre religiones, ¿qué queréis que os diga? Miedo me da, cada vez que las diferentes religiones comienzan a dialogar, la cosa acaba como el rosario de la aurora y los diferentes paraísos se empiezan a llenar de almas de los dialogantes muertos al calor del debate y los que creemos en un dios menos que el resto acabamos pagando con sangre.