Una década después de la polémica Ley de Símbolos aprobada en 2003 para perseguir a la ikurriña en Nafarroa, la respuesta toma forma desde la base, en forma de Iniciativa Legislativa Popular. Se presentó ayer con el respaldo de navarros y navarras muy conocidos en distintos ámbitos. Por citar algunos nombres, los futbolistas de Osasuna Patxi Puñal y Oier Sanjurjo, la profesora de la UPNA Paula Kasares, el pintor Xabier Morras, el alpinista Juan Mari Feliú, los pelotaris Juan Martínez de Irujo y Aitor Zubieta, el expelotari Patxi Eugi...

El objetivo de todos ellos es lograr una «ley de símbolos democrática». Parten de la premisa de que Nafarroa «es una comunidad plural, realidad que casi nadie niega», y que los símbolos «representan la personalidad propia de un pueblo, su unidad, su espíritu solidario, su corazón. Cuando estos símbolos son reconocidos y aceptados por amplios sectores sociales, adquieren un evidente valor civil, en la medida en que ayudan a la cohesión interna». Por contra, cuando algunos de ellos que son sentidos como propios se prohíben «sucede lo contrario; que la pluralidad que debiera ser fuente de enriquecimiento deriva en una convivencia problemática y conflictiva».

«Como bandera extranjera»

«Por desgracia, desde que entró en vigor la Ley Foral 24/2003, un símbolo que una parte de la sociedad navarra reconoce como suyo, la ikurriña, está siendo perseguido de forma sistemática -recuerdan los impulsores de esta ILP-. Es tratada como si fuera una bandera extranjera, se la ha hecho desaparecer de instituciones que de forma democrática han decidido exhibirla, hasta el punto de que se ha amenazado con castigos graves a cargos electos que han pretendido hacer respetar la voluntad democrática de sus vecinos y vecinas», recuerdan.

La Iniciativa Legislativa Popular considera que «ha llegado el momento de poner en vías de solución esta situación irracional. Ha llegado el momento de dar un firme paso adelante hacia la pluralidad, la tolerancia y la democracia. Ha llegado el momento de que se respeten los derechos de toda la ciudadanía también en materia de símbolos. Ha llegado el momento de abrir cauces democráticos a la pluralidad y a la libre expresión de la ciudadanía», añade el texto leído por Paula Kasares y Joseba Compains.

5.000 firmas

La ILP es una fórmula que se ha planteado siete veces en Nafarroa en los últimos años, aunque solo prosperó la relativa a la Carta de Derechos Sociales. El resto no fueron admitidas a trámite. Técnicamente, después de la aceptación a trámite por parte de la Mesa del Parlamento, un mero formulismo, se abre un plazo se entre seis y ocho meses para que la iniciativa logre en torno a 5.000 firmas de apoyo. Es entonces cuando pasa a debatirse en el Parlamento.

El articulado propuesto por los impulsores de esta ILP es sencillo. El punto primero promueve que la bandera navarra sea utilizada y mostrada, pero sin impedir que junto a ella se coloquen otras que cuenten con respaldo popular. Se abre la vía a consultas sobre la materia.

Se derogaría automáticamente la actual Ley de Símbolos. Y otra de las disposiciones transitorias establece la «retirada y sustitución de toda la simbología propia del régimen franquista» en el plazo máximo de un año. «Aquellos símbolos que se encuentren integrados en edificios declarados de carácter histórico-artístico serán sustituidos y enviados a la Institución Príncipe de Viana», concreta.