Unai Sordo, secretario general de CCOO de Euskadi, presentó ayer en Bilbo un nuevo acuerdo intersectorial en materia de negociación colectiva con el objetivo de desbloquear la situación actual. En su ánimo está, dijo Sordo, que estuvo acompañado de Mari Cruz Vicente, responsable de ese negociado, conseguir que los cuatro sindicatos unan sus fuerzas para avanzar en los convenios.

La iniciativa culmina con el compromiso de impulsar «una mesa de discusión en el marco del CRL-LHK sobre el modelo de relaciones laborales en Euskadi para el futuro».

El acuerdo intersectorial, sin embargo, no despeja de forma definitiva los de los principales escollos: ultraactividad e inaplicación. Fija una vigencia de 2014 a 2015. Mantiene el contenido normativo que tuvieran los últimos convenios colectivos suscritos, «fueran de eficacia general o limitada» y da «prioridad aplicativa» al ámbito de la CAV.

En jornada, Unai Sordo explicó que «como hablamos de convenios de transición, en los ámbitos sectoriales mantenemos la jornada actual». Permite la flexibilidad, «ligada al mantenimiento del empleo». Para resolver el problema de las inapli- caciones, CCOO determina que sea el Preco. «Se excluye el arbitraje obligatorio», pero permite «otras formas legales de resolver las inaplicaciones o las modificaciones sustanciales de condiciones de trabajo, dejando claro que las partes optarán por priorizar los acuerdos mediante este procedimiento pactado».

En la ultraactividad, CCOO da tres salidas: «indefinida para evitar pérdida de vigencia, que es nuestra opción preferida», dijo el secretario general Unai Sordo; la ligada a sistema de medición y arbitraje en el bloqueo de las negociaciones y, por último, «alargamiento del período de 12 meses legales de vigencia tras el decaimiento, en función de la complejidad histórica de la negociación del convenio».

Antes de esta comparecencia, el secretario general de ELA, Adolfo Muñoz, acusó a CCOO de pretender hacer una oferta de pacto social con la patronal en materia de negociación colectiva «para atraer a la Comunidad Autónoma Vasca el modelo español de relaciones laborales»

Muñoz dijo que en las actuales circunstancias, no es posible un acuerdo con la patronal y que «no existe alternativa a la movilización para cambiar las cosas» y evitar la pérdida de derechos sociales y laborales que ha acarreado la reforma laboral.

Por otro lado, ESK se concentró ante la patronal vizcaina Cebek bajo el eslogan de «sácales la tarjeta roja a los explotadores». Criticaron que CCOO y UGT «siguen apostando por políticas pactistas» y «un acuerdo intersectorial sin sentido».