MURCIA - EIBAR

Por segunda semana consecutiva, el Eibar defenderá el liderato. Y por 27ª jornada consecutiva mantendrá el discurso en el que ha basado si éxito: la clasificación no significa demasiado, la confianza en las posibilidades propias es absoluta y la medida de respeto al rival, también.

No pierden la cabeza los azulgranas pese a haber firmado la trayectoria más inmaculada de la categoría. Y hacen bien, porque no hay quien acierte una en las quinielas de Segunda esta temporada. Los tópicos se cumplen, cualquiera puede ganar a cualquiera y el reflejo más evidente pasa por los saltos, arriba o abajo, que dan los equipos en un abrir y cerrar de ojos.

El del Murcia es un ejemplo tan válido como cualquier otro. De verle las orejas al lobo ha pasado a suspirar por el play-off. Le han bastado dos victorias consecutivas para cambiar por completo el panorama. Que no el discurso. Porque, como los armeros, Julio Velázquez recuerda que su primer y principal objetivo es la permanencia. Pero, también como los eibarreses, recuerda que su equipo «ha competido bien, en líneas generales, ante cualquier rival y en cualquier circunstancia. Y la actitud durante los noventa minutos es la misma enfrentándose al primero o al colista». Sus doce empates dejan claro que es un equipo difícil de doblegar.

Claro que el Eibar no tiene mucho que envidiar en ese sentido. «Competir» es una de las palabras más repetidas en las comparecencias de Gaizka Garitano que, como en todas las anteriores, también en la previa al viaje a Murcia advirtió de las virtudes del rival -«muy táctico, competitivo, no regala nada»-, sin olvidarse de subrayar su absoluta «confianza» en el Eibar. «Vamos a pelear para que no nos quiten de ahí, estamos muy a gusto como primeros», añadió el técnico vizcaino, que hoy tendrá que buscar recambio para Arruabarrena, sancionado.