Aritz INTXUSTA IRUÑEA

Nafarroa tiene que gastar otros 133.117 euros en el Navarra Arena, que sigue sin poderse abrir

El Gobierno navarro ha sido condenado a pagar otros 133.117 euros a las empresas que construyen el Pabellón Navarra Arena tras un contencioso sobre modificaciones en el proyecto. La nueva factura se suma a los 58 millones de euros que se han enterrado ya en esta macroinfraestructrura, que sigue sin poder abrirse.

Las obras en el Navarra Arena quedaron encalladas al inicio de la crisis. El problema es que el elevadísimo coste de mantenimiento del pabellón hace inviable su puesta en marcha, pese a que solo faltan los últimos retoques por rematar. El cálculo aproximado de su mantenimiento ronda el medio millón de euros anuales, debido a sus dimensiones, bastante exageradas para el tamaño de la ciudad.

El Arena está diseñado para albergar a 10.000 personas en torno a una pista polideportiva. Sin embargo, nunca en Iruñea ha habido afición suficiente como para llenar el aforo. Ni siquiera cuando el Portland San Antonio ganaba las ligas estatales y jugaba finales europeas de balonmano apenas llenaba la pista del Pabellón Universitario, que tiene una capacidad para 3.000 espectadores.

Arena y el futuro del Sadar

Los 133.117 euros que el Gobierno deberá pagar a las empresas constructoras se deben a cuestiones técnicas, como cambios en la ubicación de las papeleras o arreglo de los terrenos circundantes.

El emplazamiento de la macroinfraestructura está localizado en los aledaños del estadio de El Sadar, cuyo aprovechamiento también queda muy en entredicho tras el descenso del equipo de fútbol local, pese a constituir uno de las principales posesiones del Club Atlético Osasuna que, a día de hoy, debe unos 74,2 millones de euros a la Hacienda Foral.

El escándalo del Navarra Arena ha saltado las fronteras de Euskal Herria para aparecer en reportajes sobre mala gestión en revistas como «Interviú», que lo comparaba con otras obras que han tenido un final ruinoso, como el infrautilizado aeropuerto de Noain. No obstante, el Navarra Arena es el caso más llamativo, puesto que nunca ha podido abrir. Su apertura estaba prevista para el año 2011 y las obras comenzaron en 2008.