Raimundo Fitero
DE REOJO

Sospechar

Hacemos bien en sospechar de todo y de todos. Es el verbo que se conjuga con mayor frecuencia rítmica en estos momentos. Todos sospechamos de todos; todos somos sospechosos habituales y habituados. Unos más que otros. Los ministros de Rajoy son sospechosos, por defecto. No hace falta buscar o rebuscar en la nómina, todos tienen cara de estar escondiendo o sobres o cargos futuros o comisiones actuales. Es un acto de defensa del cuerpo social contra esta caterva de indocumentados con ínfulas. Yo diría que entre Sabin Etxea y Lakua hay un trecho similar de sospechas mal asimiladas. Van en un futuro tren que nunca funcionará, pero por ahí circulan en contra dirección muchas sospechas. Y sobre los incidentes audiovisuales con docena y media de muertos, aumentan las sospechas.

Son tiempos difíciles para experimentaciones temporales con la realidad y la televisión. Si, por la razón que sea, alguien, se extravía unas horas de las pantallas y aparece en otra configuración geopolítica y otras antenas televisivas, debe estar con mucha atención para saber si las opiniones que escucha y las imágenes que le ofrecen corresponden al mismo telefilm, si son un montaje, o si es que estamos ante una redifusión. Cada vez está más claro que se trata de un cruel momento televisivo publicitario para justificar todas y cada una de las atrocidades y recortes de derechos y libertades que se van a implementar a nivel global.

Probablemente lo que están haciendo con total impunidad contra parte de la población vasca, la sospechosa actitud macarra y grosera de la benemérita institución responda a otros resortes, a otras sospechas ancestrales, pero la respuesta mediática es clara, ya han derrochado toda su incapacidad de suplantación de personalidad sumándose a la cabalgata institucional global después de lo sucedido en París. Miren, he visto un vídeo con el coche de los hermanos abatidos, un supuesto enfrentamiento en una calle con un coche policial, y me ha entrado hipo. ¿Por qué tengo que sospechar hasta de mi sombra? Lo diré aunque sospecho que es un presentimiento: nos dan motivos. Quieren convencernos de que ellos mandan y los demás solo podemos ver, tragar y callar.