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IRUÑEA

Bankia se niega a suspender la subasta de una vivienda en Zizur

Bankia se ha negado a suspender la subasta de una vivienda hipotecada a una vecina de Zizur Nagusia, aunque ha renunciado a adjudicarse la misma de forma directa.

María Cumbicus, la mujer cuya vivienda se iba a subastar hoy en el juzgado de Iruñea. (Jagoba MANTEROLA/ARGAZKI PRESS)
María Cumbicus, la mujer cuya vivienda se iba a subastar hoy en el juzgado de Iruñea. (Jagoba MANTEROLA/ARGAZKI PRESS)

María Cumbicus Jiménez, de 50 años y vecina de Zizur Nagusia, ha acudido esta mañana a los juzgados de Iruñea, donde se iba a proceder a la subasta de su vivienda, acompañada de miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) de Nafarroa.

La plataforma ha solicitado la suspensión de la subasta por considerarlo «de justicia» y ante «las expectativas que se han abierto» de que pueda cambiar en breve la legislación en esta materia.

El abogado de Bankia, sin embargo, se ha negado a la suspensión de la subasta alegando que no contaba con autorización de la entidad bancaria. Sí ha renunciado a la adjudicación directa del piso, con lo que ha abierto un plazo máximo de hasta veinte días hábiles para que la mujer pueda intentar llegar a un acuerdo con el banco.

Felipe Martin, portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, ha comentado a la salida de la Audiencia Provincial que confían en encontrar ahora un interlocutor, lo que no han tenido hasta el momento.

Esta mujer, según ha denunciado, es «una doble víctima de la crisis» porque ha perdido su trabajo en el Hospital de Navarra «por los recortes en sanidad» y ahora estça en peligro de perder su casa por la actuación de Bankia, entidad «rescata con miles de millones de dinero publico» y a la que ha definido como paradigma del sistema financiero español.

Maria Cumbicus, que vivía en el piso desde hace siete años, se ha mostrado más tranquila tras salir del juzgado, ha dado las gracias a todos por el apoyo que ha recibido y ha animado a quienes estén en su misma situación a que «no se dejen, que sigan luchando».

Ahora, espera que Bankia acepte su petición de dar su vivienda en pago por la deuda y que renuncie a quitarle el piso en el que está desde el año 2005 y a reclamarle una deuda de 76.000 euros.