La ley, en vigor desde las 0.00 locales de este lunes (6.00 en Euskal Herria), establece que todos los cubanos pueden viajar fuera del país si tienen pasaporte vigente, pues han dejado de ser necesarios el permiso de salida, o ‘tarjeta blanca’, y la carta de invitación de alguien en el exterior.

En adelante, tan solo habrá que presentar el pasaporte actualizado y el visado del país de destino, en caso de que se requiera, pasa salir de la isla.

En virtur de la normativa, publicada en la Gaceta Oficial de la República de Cuba el pasado 16 de octubre, tendrán derecho al pasaporte los ciudadanos cubanos que cumplan los requisitos recogidos en la Ley de Migración, que también ha sido actualizada para incluir las nuevas medidas. Quienes cuenten con un permiso de salida vigente podrán salir sin necesidad de un nuevo trámite.

También se extiende a 24 meses la permanencia en el exterior –antes era de once meses– de los residentes en el país caribeño que viajen por asuntos particulares, contados a partir de la fecha de salida del país.

Cuando excedan este término, deberán hacer constar en el pasaporte las prórrogas correspondientes, otorgadas por un consulado cubano.

En el caso de los cubanos que residen en el extranjero, se mantendrá su condición migratoria, aunque se les permitirá visitar al país por períodos de hasta 90 días e incluso solicitar su retorno y residencia permanente en el país, previa petición ante las representaciones diplomáticas o el Ministerio del Interior (MININT).

Los cubanos que tengan permiso de residencia en el exterior podrán extender sus visitas al país hasta 180 días.

El Gobierno de Raúl Castro también ha ampliado las posibles causas de repatriación incluyendo, por ejemplo, a aquellos que dejaron Cuba por razones humanitarias.

La normativa, no obstante, tiene en cuenta el «derecho del Estado revolucionario a defenderse de los planes injerencistas y subversivos del Gobierno estadounidense y sus aliados».

La reforma incluye «medidas para preservar el capital humano creado por la Revolución», en alusión a una serie de deserciones ocurridas en los últimos años, principalmente médicos y deportistas, que abandonan las delegaciones oficiales en el exterior.

En ese sentido, las restricciones de viajes podrían estar aún en vigor para deportistas, médicos y otros cubanos que sean considerados «vitales para el país».