La división interna ha quedado en evidencia en el Congreso de UPN. Yolanda Barcina ha sido reelegida como presidenta del partido, pero la diferencia con respecto a Alberto Catalán ha sido mínima.
Barcina ha recibido el respaldo de 871 afiliados y Catalán de 795. Tras ser relegida, Barcina se ha dirigido a Catalán y ha dicho que quiere seguir contando con él. Asimismo, ha señalado que «hoy es un mal día para todos los que quieren acabar con Navarra. Hemos dado una lección de democracia».
Antes de conocerse los resultados, el expresidente de UPN, Miguel Sanz, ha deseado que su partido salga «fortalecido» y sin «escisiones» del Congreso, al tiempo que se ha mostrado confiado en que la elección del nuevo presidente no debilite al Ejecutivo foral, presidido por Yolanda Barcina.
En declaraciones a los periodistas, Sanz, quien ha recordado que siempre ha sido contrario a la bicefalia, ha dicho que no cree que se pueda dar una escisión en el partido en estos momentos porque «no hay diferencias ideológicas, ni muchísimo menos».
Sanz no ha querido desvelar su voto, ni pronunciarse sobre quién podría hacerse con la presidencia, si Yolanda Barcina o Alberto Catalán.