En su informe anual, AI ha indicado que durante el citado operativo el Ejército israelí ejecutó bombardeos contra áreas residenciales, incluyendo algunos que, según ha dicho «fueron desproporcionados y provocaron muchas muertes entre la población civil».

En este sentido, ha destacado que Israel no presentó pruebas de que dichos lugares estuvieran siendo usados con fines militares por parte de las facciones armadas palestinas. Asimismo, ha sostenido que la Marina israelí lanzó «ataques indiscriminados» contra zonas costeras pobladas.

El documento recoge asimismo el lanzamiento de proyectiles contra Israel por parte del brazo armado de Hamas, las Brigadas al-Qassam, y otras facciones palestinas, provocando la muerte de civiles israelíes y dañando propiedades públicas y privadas.

Igualmente, ha manifestado que los grupos armados palestinos fueron responsables de la muerte de al menos dos palestinos a causa del impacto de cohetes que no alcanzaron sus objetivos en Israel e impactaron en el interior del enclave.

Por último, ha acusado a Hamas y a la Autoridad Palestina de cometer abusos contra la población, incluyendo arrestos arbitrarios de opositores políticos y torturas de detenidos en las cárceles palestinas.

Hamas, en desacuerdo

En respuesta, el portavoz de Hamas, Fawzi Barhum, ha indicado que el informe es «injusto» y que «carece de objetividad», ya que, a su juicio, «iguala la resistencia legítima que defendió a los civiles palestinos con la ocupación israelí, que atacó y asesinó de forma deliberada a ciudadanos palestinos».

Así, ha recalcado que «AI ha olvidad que fue Israel quien empezó la guerra», según ha informado la agencia palestina de noticias Maan. Barhum ha dicho además que «la forma en la que el informe describe la situación en la Franja y Cisjordania y las condiciones de los presos palestinos en cárceles israelíes solo raspa la superficie de la realidad»:

«El pueblo palestino y los prisioneros han sufrido mucho a causa del bloqueo en Gaza, la expansión de los asentamientos en Cisjordania y los asaltos de los colonos contra los palestinos», ha argumentado.

Por otra parte, ha rechazado las acusaciones sobre torturas contra los opositores políticos y ha recalcado que «estas afirmaciones no tienen credibilidad ni están basadas en informaciones reales». «La organización no se ha reunido con las autoridades gazacíes para verificar la situación», ha criticado.