El ministro francés de Finanzas, Pierre Moscovici, ha anunciado que  «después de varios meses de consultas, el Gobierno ha decidido concentrar la acción legislativa sobre el impuesto del 75% a los salarios superiores a un millón de euros, que será pagado por el empleador. Será presentado al Parlamento en el presupuesto de 2014 y se limitará a dos años de duración».

Ese impuesto, que había sido una de las promesas más simbólicas de François Hollande durante la campaña electoral, se retomará en el proyecto de ley de presupuestos para el próximo ejercicio, según ha explicado en una entrevista publicada por ‘Les Echos’.

El Consejo Constitucional francés invalidó en diciembre pasado el proyecto que instituía esa tasa por considerarlo que era discriminatorio con algunas unidades familiares.

El titular de Economía y Finanzas también ha confirmado que el Ejecutivo «no irá más allá en el ámbito legislativo» y renunciará a un proyecto de ley específico sobre la gobernanza de las empresas privadas que incluya medidas para evitar las remuneraciones excesivas, como se ha hecho con las públicas, con el argumento de que la patronal se ha comprometido a autorregularse.