Larraitz Ugarte ha comparecido ante las Juntas Generales, acompañada por Katy Nevado, actual directora de Bidegi –la sociedad pública que gestiona las carreteras de Gipuzkoa– para informar sobre el contenido de la caja de facturas de «gastos varios» correspondiente al periodo 2007-2011 que apareció en un almacén días después de que el Gobierno foral se la reclamara al PNV.

En esa caja había facturas por 117.000 euros, de los que 28.000 euros, que no están apoyados en justificantes, corresponden a «gastos varios» cobrados mensualmente y en una cantidad fija por un empleado de Bidegi, y a desplazamientos sin comprobantes abonados al exdirector de la sociedad, Borja Jauregi, quien también percibía montantes fijos en este concepto.

Entre las facturas se han encontrado asimismo regalos como ropas de bebé dirigidos a un exdiputado foral y pañuelos de lujo, así como justificantes de la compra de cuatro iPads que no están actualmente en Bidegi.

El caso más llamativo es el de un empleado de Bidegi, cuyo cargo e identidad no ha revelado la diputada de Movilidad, que firmó un contrato de relevo en el año 2006, por el que trabajaba el 15% de la jornada y percibía un suelo de 800 euros mensuales.

Durante los dos años en los que estuvo en esta situación este empleado cobraba cada mes otros 800 euros consignados como «gastos varios», que no están apoyados en ningún justificante.

En total, durante dos años, este trabajador percibió 18.000 euros que no están debidamente justificados, al margen de su sueldo.

Borja Jauregi, 10.000 euros en concepto de gastos

El otro caso afecta a Borja Jauregi, quien liquidó entre los años 2007 y 2008 un total de 10.000 euros en concepto de gastos de desplazamientos que no están, según Ugarte, debidamente justificados.

En concreto, en 2007 recibió cuatro pagos de 500 euros y entre enero y agosto de 2008 cobró una cantidad fija de 1.004 euros mensuales por desplazamientos, una situación que la diputada ha tachado de «grave» porque «todos los gastos deben estar justificados, con sus justificantes y facturas».

La diputada ha citado otros capítulos que muestran un «estilo de funcionamiento», como el pago de casi 300 euros en ropa de bebé y chocolate para un diputado foral que tuvo un hijo, así como la compra de un pañuelo Hermés de 255 euros.

«Se hace el pago de algo personal con dinero público, no nos parece de recibo», ha enfatizado.

En la caja figuran también las facturas de cuatro tabletas iPads, a razón de unos 700 euros cada uno, «que deberían ser material de trabajo y no están en Bidegi», al igual que otro tipo de material de oficina «muy caro» que ha sido «para uso personal», ya que no se encuentran en las oficinas de la sociedad foral.

La directora de Bidegi ha detallado que todo lo que contenía la caja son liquidaciones de gastos que estaban bien reflejados en la cuenta 629 de la contabilidad de la sociedad, la que se ocupa de los «gastos varios», por lo que la auditoría corriente que anualmente estudia las cuentas no podía observar ninguna anomalía en ellas.

Por este motivo, Bidegi contrató a otra empresa para que analizara el contenido de la caja de las facturas y elaborara el informe de cuyo contenido han dado cuenta hoy en las Juntas Generales.

Ugarte ha revelado asimismo que en el capítulo de gastos de propaganda han encontrado una factura de una comida para 42 personas en un restaurante de lujo por valor de 6.200 euros, que se celebró con motivo de la firma de un contrato financiero de Bidegi.

La Diputación anunció el pasado mes de marzo la contratación de una consultora para revisar «toda la contabilidad» y que, además, está «analizando y cotejando» las facturas aparecidas en una caja en un almacén de la agencia guipuzcoana de infraestructuras.