Más de 4.000 personas han llenado esta tarde las dos salas del Fórum de Barcelona acudiendo a la llamada de ERC, síntoma inequívoco del dulce momento que viven los republicanos. En un acto titulado ‘Votar es la vía’, la dirigencia republicana se ha regalado un baño de masas, después de su papel crucial en el acuerdo sobre la fecha y la pregunta de la consulta alcanzado el jueves con CiU, ICV-EUiA y CUP.

El acto, que ha contado con la participación de conocidos miembros de la sociedad civil catalana y de opciones políticas que se van acercando a ERC -como el exconseller socialista Ernest Maragall-, ha estado conducido por el escritor Màrius Serra, que ha ido dando paso a los diversos oradores, empezando por el candidato republicano a las próximas elecciones europeas, el filósofo Josep Maria Terricabras, que ha reivindicado que «si queremos votar, votaremos». «El 9 de noviembre defenderemos nuestra ley, nuestra urna y nuestro voto», ha sentenciado.

Entre actuaciones musicales y humorísticas, se han ido colando intervenciones como las de la cocinera Ada Parellada, el actor Juanjo Puigcorbé, el músico y productor Josep Maria Mainat y el juez Santiago Vidal, quien ha insistido en «distinguir entre legalidad institucional y legitimidad democrática». «Si el Estado nos dice ‘no podéis votar’, votaremos de acuerdo a la legalidad catalana e internacional», ha apuntado.

Tras hora y media de acto ha llegado el momento estelar, con el presidente del partido, Oriol Junqueras, encima del escenario. En un discurso sin papel en mano, Junqueras ha señalado que «nunca habíamos llegado tan lejos, nunca habíamos sido tantos y nunca habíamos estado tan cerca», en referencia obvia a la independencia y al acuerdo del jueves, sobre el que ha admitido que a principios de semana «no tenía buena pinta». Sin embargo, ha asegurado que «la pregunta que tenemos es incluso mejor que la que nosotros proponíamos, ya que somos muchos más los que la defendemos».

En un discurso interrumpido constantemente por los aplausos, el líder republicano ha agradecido al Gobierno español ser «una fábrica de independentistas» y ha señalado que «cuando nos amenazan, nos cohesionan y nos hacen más fuertes». «El Gobierno español no nos responde diciendo que no nos dejarán ser independientes, sino diciendo que no nos dejarán votar; de esta manera, el estado convierte la independencia en sinónimo de democracia», ha concluido.