Al menos cuatro personas han muerto, entre ellas el presunto atacante, y otras 16 han resultado heridas, algunas de extrema gravedad, en un tiroteo en la base militar tejana de Fort Hood, una de las mayores de EEUU y donde en 2009 murieron 13 personas en un suceso similar.

Según ha explicado en rueda de prensa el presidente del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes, el republicano Michael McCaul, el presunto atacante vestía uniforme militar de Estados Unidos, aunque no se sabe todavía si estaba en activo.

Los médicos del hospital Scott & White, en Temple (Texas), han informado por su parte de que han tratado a cuatro heridos y que otras dos personas, «con heridas muy, muy graves», eran trasladadas al centro.

La primera llamada de alerta fue a las 16.30 hora local (23.30 en Euskal Herria) y media hora después las autoridades de la base lanzaron una alerta por Twitter para que todo el personal se refugiara y que sus operarios se movilizaran.

La mayor base militar de EEUU

La base militar de Fort Hood fue testigo en 2009 de una matanza en el que trece personas perdieron la vida.

Situada en el corazón de Texas, a cien kilómetros al norte de la capital del Estado, Austin, es la mayor instalación del Ejército con cerca de 880 kilómetros cuadrados. El complejo, que recibe su nombre del general confederado John Bell Hood, alberga a unos 52.000 soldados y 9.000 empleados civiles, y es el único con capacidad para acoger dos divisiones armadas.

Incluye también toda una serie de infraestructuras para los soldados y sus familias como alojamientos, espacios de ocio, escuelas, lagos, un pequeño puerto de yates y establecimientos de cuidados sanitarios.

El destacamento está orientado a la formación de militares en condiciones extremas, como Irak, y cuenta con equipos de élite para el entrenamiento en situaciones reales.

«Este tipo de tragedias señalan que algo no funciona»

La tragedia de 2009, todavía reciente en la mente de los 53.400 habitantes de esta base, ha marcado las primeras reacciones políticas tras el suceso.

El presidente de EEUU, Barack Obama, desde Chicago, donde participa hoy en varios actos, ha dicho que «cualquier tiroteo es preocupante. Obviamente éste ha reabierto el miedo por lo que ocurrió en Fort Hood hace cinco años. Estamos hundidos de que algo así quizás haya ocurrido de nuevo. No quiero comentar los hechos hasta que no sepamos exactamente qué ocurrió».

«No sabemos todavía qué es lo que ha pasado, pero obviamente la sensación de seguridad se ha vuelto a romper una vez más. Necesitamos saber exactamente qué ocurrió», ha añadido.

El secretario de Defensa, Chuck Hagel, ha declarado en una rueda de prensa en Hawai que se trata de «una tragedia terrible».

«Sabemos que hay muertos y heridos, pero no tenemos todos los detalles de los hechos, están bajo investigación», ha dicho el jefe del Pentágono, que ha asegurado que, «obviamente, cuando tenemos este tipo de tragedias en nuestras bases, eso quiere decir que algo no funciona».