El diputado de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Iñaki Errazkin. ha informado, en la comisión sobre GHK de Juntas Generales, de los datos ofrecidos a la Comisión Europea y ha dejado patente que las acusaciones realizadas por el PNV «carecen de fundamento». «Es hora de que dejéis de buscar la polémica y de utilizar la gestión de residuos de forma partidista», ha espetado Errazkin al PNV.  

Según el diputado, la Comisión Europea ha requerido una serie de informaciones, a través de un procedimiento ordinario, que tienen como base ciertas preguntas realizadas por la europarlamentaria del PNV Izaskun Bilbao. La Diputación de Gipuzkoa ha informado de que ha hecho llegar a la Comisión todos los datos requeridos.

Errazkin ha puntualizado que el procedimiento tenía como punto de partida determinadas «afirmaciones erróneas», basadas en apreciaciones de la europarlamentaria del PNV, y que han necesitado ser aclaradas por la Diputación. En primer lugar, la consulta de la Comisión afirmaba que la Diputación había rescindido el contrato de construcción de la incineradora; se ha informado, por tanto, de que dicho contrato no fue rescindido por esta institución, si no por el consorcio de residuos de Gipuzkoa, GHK, constituido en 2007 por siete mancomunidades del territorio y la Diputación Foral.

En segundo lugar, se afirma que se ha sustituido la incineradora por dos instalaciones de tratamiento de orgánico, lo cual tampoco es correcto según el ente foral, ya que las plantas de Epele y Lapatx no tienen como objetivo sustituir al proyecto de incineradora.

Y en tercer lugar, la Diputación ha corregido la afirmación de que en Gipuzkoa se han creado depósitos de balas de residuos, pues, según ha dicho, no existe actualmente en el territorio ninguna infraestructura de este tipo.

Errazkin ha explicado que la Diputación ha informado a la Comisión Europea de que la planta de Zubieta estaba diseñada para incinerar 260.000 toneladas de residuo, que Gipuzkoa actualmente envía 190.000 toneladas a vertedero y que si se cumple el objetivo establecido por la normativa vigente, esa cantidad se reducirá a 130.000 toneladas en 2016.