Era un partido especial, así se ha vivido en el ambiente y lo ha confirmado la buena entrada al pabellón, porque puede ser el último para varios jugadores del equipo local y sobre todo porque también está en el aire el futuro del entrenador local, Sito Alonso, que ha planteado un choque de mucho ritmo desde el inicio.

Los donostiarras han encontrado primero al base Neto y luego al segundo anotador de la ACB, Jason Robinson, que ha enlazado una racha de tiros con la que ha mantenido a su equipo con mínimas ventajas en el marcador y luego ha colaborado en el despegue frente a un Estudiantes que sólo encontraba la muñeca de un activo Van Lacke.

Antes del descanso ha intensificado su defensa el Gipuzkoa Basket y se ha escapado de 12 puntos recurriendo a los triples, una faceta en la que que ha exhibido un acierto cercano al 70% en la primera mitad que le ha permitido adquirir una renta cómoda, clave en el devenir del partido.

Con posesiones más largas y una defensa que por méritos propios se ha convertido en unas de las mejores de la liga, los donostiarras han cegado las vías de entrada a su canasta y han seguido disfrutando del partido con un baloncesto vistoso.

Casi sin una rotación sólida por las bajas, el conjunto local ha exprimido a tope sus recursos, y con Salgado estelar y Robinson como mejor hombre del partido han mantenido las ventajas hasta el último cuarto, ante un Tuenti en el que aprovecha sus minutos el madrileño Andrés Miso y jugadores menos habituales a los que Txus Vidorreta ha concedido minutos en el tramo final.