«Durante los últimos cuatro días hemos logrado liberar a 1.200 rehenes», ha afirmado Poroshenko, citado por los medios locales, tras su llegada a la ciudad de Mariupol, sede provisional del gobierno regional de Donetsk.

El canje de prisioneros de guerra mediante la fórmula «todos por todos» es uno de los aspectos principales del protocolo de 12 puntos firmado en Minsk para conseguir un alto el fuego entre el Ejército ucraniano y los prorrusos.

Según el líder de la autoproclamada república popular de Donetsk, Alexandr Zajarchenko, el miércoles será el turno de Kiev para liberar a los milicianos que estén en su poder.

Poroshenko ha llegado a la zona de conflicto cuando se cumple la cuarta jornada desde que ambos bandos acordaran en Minsk un cese de las hostilidades.

«Ya estamos en Mariúpol. Esta es nuestra tierra y no se la entregaremos a nadie. ¡Viva Ucrania!», ha proclamado.

El presidente ucraniano también ha informado del rescate de otros 33 soldados ucranianos cercados por los milicianos en Donetsk.

En abril pasado, Kiev lanzó una operación especial en el este de Ucrania, cuyos habitantes, disconformes con el cambio de poder en febrero pasado –con la destitución del presidente Viktor Yanukovich–, proclamaron las Repúblicas Populares de Lugansk y Donetsk.

Otro punto que recoge el protocolo de Minsk es la apertura de corredores humanitarios con destino a Donetsk y Lugansk, donde más de tres mil personas habrían muerto desde el estallido de la sublevación armada contra Kiev en abril pasado, según la ONU.