La primera muestra de que la jornada no transcurriría por los derroteros previstos fue la ausencia de los tres líderes unionistas -David Cameron, Ed Miliband y Nick Clegg-, que ni siquiera hicieron acto de presencia en la sala. Siguiendo su estela, los principales partidos unionistas desviaron el debate a un enfrentamiento preelectoral sobre la introducción de un Parlamento inglés, con la idea de que los asuntos que afectan a Inglaterra sean debatidos tan solo por los parlamentarios elegidos en Inglaterra.
Las propuestas para una mayor transferencia de competencias a Escocia y la unidad que mostraron los partidos unionistas a diez días de la celebración del referéndum ha quedado hecha añicos.
Las propuestas presentadas por cada uno de los tres principales partidos de Gran Bretaña serán consideradas por la comisión de devolución independiente presidido por el parlamentario no adscrito Smith de Kelvin.
Parlamentarios expulsados
Dos parlamentarios del SNP fueron expulsados de la sala por reclamar que el debate se centrase en Escocia. Más allá de ellos, el único que puso énfasis en poner el foco en la cuestión caledonia fue el ex primer ministro Gordon Brown.
El laborista rechazó el plan tory para dar a Escocia el control total de impuesto sobre la renta. Del mismo modo, acusó a Cameron de traicionar al pueblo escocés, por haber ocultado durante la campaña del referéndum el planteamiento de que los asuntos ingleses queden en manos de los parlamentarios ingleses. «Esto degrada el estatus de parlamentario escocés», afirmó. Asimismo, valoró que otorgar a Holyrood el 100% del control sobre el impuesto a la renta sería «letal» para la Unión.
William Hague, líder de los Comunes, preside un comité ministerial que examinará las propuestas de introducir lo que califican como «ingleses para las leyes inglesas». Hague ha dicho que si los principales partidos no se ponen de acuerdo antes de finales del próximo mes de noviembre se celebrará una votación entre las distintas propuestas.
Nick Clegg, líder liberal-demócrata, quiso pronunciarse sobre la cuestión pese a no acudir a la Cámara. Se mostró de acuerdo con la propuesta laborista para una convención constitucional para discutir el tema. Bajo los planes laboristas, este sería nombrado en el otoño del año que viene, es decir, después de la celebración de las próximas elecciones generales.