En un acto histórico en la sede oficial de la Iglesia en Londres, los miembros del sínodo han votado por mayoría, a mano alzada, a favor de enmendar la ley canónica para incluir la posibilidad de que las mujeres puedan ser consagradas como obispas.
La votación, que ha durado unos minutos, ha culminado el proceso iniciado el pasado julio cuando el sínodo, entonces reunido en York (norte de Inglaterra), dio luz verde al principio de la ordenación de mujeres al obispado.
Tras esa aprobación, el Comité eclesiástico del Parlamento y sus dos Cámaras –los Comunes y los Lores– tramitaron la legislación correspondiente, que hoy ha recibido su sanción final.
Veinte años después de que se ordenaran las primeras mujeres sacerdote en Inglaterra, en 1994, la puerta está ahora abierta para que sean consagradas obispas, algo que se espera que ocurra a partir de enero de 2015, cuando surgirán vacantes en algunas diócesis.