Según la agencia Efe, el Ministerio Público acusa a esas tres personas de haber contribuido «al apaño de la licitación que tuvo como resultado la adjudicación a una empresa extranjera». Habrían recibido «sobornos» a cambio de difundir información reservada sobre las ofertas de la competencia.

Los fiscales rumanos indican en su escrito que los tres ejecutivos de Metrorex aceptaron en plena licitación un viaje pagado por CAF. La agencia de noticias rumana Agerpres añade que en ese viaje los tres directivos habrían visitado la fábrica que la empresa tiene en Beasain (Gipuzkoa).