Maitane Aldanondo

Gorosarri Baserria: cuando el negocio se convierte en una forma de vida

La casa rural Gorosarri de Eskoriatza ha recibido un importante impulso de la mano de la Fundación Gaztenpresa de Laboral Kutxa. Su responsable, Alejandro Pérez, subraya que abrir un negocio de este tipo es algo más que un trabajo, «es una forma de vida».

La casa rural Gorosarri Baserria es un proyecto que Alejandro Pérez y su mujer idearon hace muchos años. Doce han pasado desde que compraron ese caserío de Eskoriatza (Gipuzkoa), pero sus trabajos dificultaban llevar a cabo su idea. Hasta que en 2011, la empresa en la que trabajaba Pérez suspendió pagos. Lo de emprender no era nuevo para él, porque tuvo un negocio propio de instalaciones eléctricas durante once años. Admite que «así como el tema de la hostelería y los alojamientos no lo conocía, lo de promover un proyecto propio era algo que ya lo había hecho antes». Empezaron haciendo un plan de viabilidad para después contactar con Gaztenpresa de Labora Kutxa y con Bultz-Lan para impulsar el proyecto. «Han avalado el plan de viabilidad del proyecto y nos han ayudado a la hora de financiarlo», señala el propietario.

Constituida como comunidad de bienes, abrió sus puertas en febrero de 2012. La idea de negocio se basa en el turismo sostenible y responsable. Pérez resalta que el objetivo es que «la gente pase por aquí y que el entorno, la naturaleza, no se inmute. Sin masificar, dando un trato personal». Por eso, la casa se reconstruyó con productos ecológicos, usando corcho natural como aislante y apostando por la geotermia para hacerla energéticamente sostenible. Además, cuenta con una huerta para consumo propio y animales como burros o cerdos que contribuyen a gestionar los residuos orgánicos con rapidez. También tienen en cuenta esos valores en otros aspectos más sociales, por lo que colabora con el Museo de la Sal de Leintz-Gatzaga o subcontrata las labores de lavandería a Goiz ikuztegia, empresa que ayuda a la inserción laboral de personas con discapacidad. Son solo unos ejemplos de varios que se recogen en un documento firmado por la Asociación para el progreso del desarrollo rural Mendinet y que Pérez tiene disponible en la web de Gorosarri “para ser transparentes con los clientes».

Invirtieron 150.000 euros en remodelar el caserío que cuenta con seis estudios con capacidad para 2-4 personas, uno de ellos adaptado para personas con discapacidad. Todos están equipados con una pequeña cocina, ya que la mayoría de los usuarios quiere ser autónomo. No obstante, Pérez ofrece servicio de desayuno y cena porque el caserío esta aislado y no tiene establecimientos cerca. Las tarifas por noche son de entre 55 y 110 euros, 65 y 120, y 75 y 130, en temporada baja, media y alta, respectivamente. Sus clientes son principalmente familias con niños y empresas que hacen media-larga estancia, aunque no cierran las puertas a nadie. El propietario señala que este año poco más del 50% ha sido internacional. «El mercado nacional ya está cubierto, pero el internacional yo creo que tiene muchos agujeros». Los más habituales son los franceses, junto con holandeses y belgas, y un porcentaje similar de alemanes y británicos.

Los inicios de todo negocio son duros, pero Pérez ha notado «un importante cambio positivo» en estos tres años. El boca a boca les funciona, pero darse a conocer ha sido difícil. Es el único empleado y ha tenido que aprender a utilizar las herramientas comerciales de Internet, donde se mueven muchos potenciales clientes. Encaran ya la cuarta temporada y el balance de lo recorrido es bueno. «Esto es una forma de vida, ya no es un trabajo, es algo más. Es bastante agradecido por la relación con las personas, es gente de diferentes culturas y te aporta mucho». Es un proyecto a muy largo plazo, aún sin acabar, y cree que los resultados obtenidos hasta el momento les servirán para seguir adelante.

 

Distinción y reconocimiento a la apuesta por un negocio «verde»

La apuesta por el turismo sostenible de los propietarios de Gorosarri Baserria le ha supuesto al negocio algunas distinciones por su carácter «verde». Dadas sus características, la Agencia de Desarrollo Rural de Deba Garaia les invitó a participar en la implementación de la Red Verde de Turismo Responsable en 2013. Tras pasar varias calificaciones y recibir formación, este año lograrán la certificación. Por otra parte, TripAdvisor, web que realiza sus propias auditorias, les sitúa en el número 1 de los 277 alojamientos especiales de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. Además, es el único del territorio al que otorga la calificación platino, la más alta, en ecolíderes.