C. LOUBETTE- C. SPILLMANN
BRUSELAS
Interview
JEAN-CLAUDE JUNCKER
PRESIDENTE DE LA COMISIÓN EUROPEA

«Nadie ha sabido explicarme con detalle qué supondría el Grexit»

Jean-Claude Juncker opina que Grecia puede cerrar rápidamente un acuerdo con sus acreedores ya que las negociaciones progresan «de forma satisfactoria». En la entrevista con AFP, asegura que él siempre se opuso a que se tomara en serio la hipótesis del Grexit, aunque reconoce que estuvo sobre la mesa.

«Todos los informes que me llegan me hacen pensar que será posible concluir el acuerdo (para un tercer plan de ayuda a Grecia) durante el mes de agosto, preferentemente antes del día 20», expone el presidente de la Comisión Europea. En esa fecha, Atenas debe reembolsar 3.400 millones de euros al Banco Central Europeo (BCE).

Los representantes de los donantes –Comisión Europea, BCE y Fondo Monetario Internacional– se encuentran en la capital helena desde hace una semana para establecer ese plan de rescate a través de un préstamo de más de 80.000 millones de euros en tres años.

Juncker opina que «las negociaciones progresan de forma satisfactoria» tanto desde el punto de vista de las autoridades griegas como de la Comisión Europea. El ministro griego de Finanzas, Euclides Tsakalotos, también comentó el martes que confía en que el pacto para el nuevo préstamo se cerrará antes del 20 de agosto. No obstante, si este plazo resultase demasiado corto, «habrá que recurrir a una segunda edición del mecanismo de financiación puente», por el cual la UE ya acordó en julio un préstamo de urgencia a Grecia de 7.000 millones de euros, como recuerda el propio Juncker.

En cuanto a los comentarios sobre eventuales discrepancias entre la Comisión y el FMI, que se han convertido en moneda corriente debido a que el Fondo condiciona una futura participación en el rescate financiero de Grecia a la quita de una parte de la deuda griega a cargo de los socios europeos, les resta importancia. «Creo que se exageran un poco las diferencias de opinión», señala, subrayando que el FMI está presente en las negociaciones de Atenas y que «la armonía entre las instituciones implicadas es muy buena».

«Hipótesis simplista»

Repasando las vicisitudes que precedieron al acuerdo del 13 de julio entre Atenas y sus socios del Eurogrupo, Juncker insiste en que «siempre» ha «excluido» el Grexit, incluso aunque la Comisión tuviera que prepararse para ello porque la opción de la salida de Grecia de la zona euro «estaba sobre la mesa», ya que fue evocada especialmente por Alemania.

«En todo momento me aseguré de que esa hipótesis simplista no se materializara», enfatiza. Mantiene que «si hubiéramos obligado a salir (del euro) al país más débil, los mercados habrían encontrado otro segundo país para señalarlo como el más débil». «Todavía no he encontrado a nadie que, en detalle, me haya podido explicar las consecuencias que conllevaría (el Grexit)», añade. Por el contrario, estima que en estos momentos debe prevalecer la solidaridad.

«No puedo dejar de animar a los Estados miembros de la zona euro a reflexionar sobre de la profundización de la gobernanza económica», puntualiza, porque «la lección a extraer de los problemas de Grecia no consiste en bajar los brazos, sino en subirse las mangas». Por eso, está dispuesto a trabajar para rebajar «las divergencias estructurales que podría haber entre países miembros y países no miembros de la zona euro», en alusión al Reino Unido.

Precisamente, a propósito del referéndum británico, previsto de aquí a fines de 2017, sobre el futuro de este país y su eventual salida de la Unión Europea –el denominado Brexit–, «la Comisión trabaja con la conveniente disposición» para con Londres y Juncker no se muestra inquieto. «Llegaremos a un acuerdo con los británicos porque el pueblo británico tiene la particularidad de adoptar un enfoque pragmático cuando se trata de cosas importantes», augura.

«No seguir a los populistas»

Interrogado sobre la otra gran crisis europea, la de las personas migrantes, el presidente de la Comisión entiende que los gobiernos de la UE tienen la «obligación de actuar», al tiempo que dice sentirse «decepcionado» por el fracaso de esos mismos gobiernos para alcanzar un consenso sobre el reparto de los 40.000 demandantes de asilo llegados a Italia y Grecia, y de otros 20.000 refugiados que esperan fuera de Europa.

«No hay ‘una buena política’ en esta materia –asegura–. Tenemos que tender puentes entre las nobles ideas y la realidad de las diferentes situaciones políticas en los Estados miembros».

«Hay momentos en la política en los que no se debe seguir a los populistas porque, si no, vosotros también acabaréis convirtiéndoos en populistas», advierte el presidente de la Comisión.

 

Tsipras asume que el acuerdo con los acreedores tendrá «espinas»

«Este acuerdo tiene espinas y políticas que no hemos elegido y que nos vemos obligados a llevar a la práctica», comentó Alexis Tsipras tras visitar ayer el Ministerio de Agricultura. Afirmó que, una vez alcance el pacto con los acreedores para el rescate financiero, el Gobierno de Syriza seguirá negociando para conseguir mejores condiciones, especialmente para los agricultores, y prometió sacar adelante un programa de incentivos que sirva para proteger el sector hasta 2020 y que ayudaría a crear hasta 50.000 puestos de trabajo.

«Hay que hacer todo lo posible para garantizar las condiciones de justicia social», imponiendo una carga fiscal equitativa, manifestó el primer ministro. Según explicó, el proyecto gubernamental contempla una diferenciación clara entre aquellos que tienen ingresos rurales pero no son principalmente agricultores, y los que viven plenamente del campo.

Por su parte, el ministro de Finanzas, Euclides Tsakalotos, anunció que los plazos para la recapitalización bancaria ya han sido acordados con los acreedores, por lo que se llevará a cabo de aquí hasta finales de año.

Otro tema espinoso es la creación de un fondo de privatización por valor de 50.000 millones y, en concreto, cómo se realizará la transición de los activos ahora bajo control de un fondo estatal denominado Taiped.GARA