El consejero de Salud, Fernando Domínguez, dio explicaciones ayer sobre el contenido del informe que avala la eliminación del convenio con la Clínica del Opus (CUN) para que asumiera la atención de los trabajadores de la Universidad de Navarra y sus familias. Ese informe se ha entregado también a todos los grupos del parlamento y en él se critica la fórmula con la que se fijó cuánto debía pagar al año el Gobierno a la CUN.

Según detalló el nuevo gerente, Óscar Moracho, rescatando un informe de Comptos, en 2008 se aumentó el pago a la CUN en un 220%. Para ello, se tuvo en cuenta el coste de la atención de cada paciente en esa clínica. Sin embargo, según Comptos y el gerente, el cálculo que debió hacerse es cuánto hubiera supuesto la atención dentro del sistema público. «Se olvidaron de analizar, si el gasto que representaba y representa para el Servicio Navarro de Salud el tener contratado dicho servicio es o no inferior al que se incurriría en caso de asumir dicho servicio por medios propios», dijo.

El consejero Domínguez señaló que no quiere entrar en «guerras de cifras» con la CUN pero se ratificó en el informe que dice que el coste de dar prestación sanitaria a esos 7.180 trabajadores en Osasunbidea es de 3,2 millones frente a los 5,1 que cuesta que se les trate en la CUN.