Soledad GALIANA

Todo apunta a una coalición de derechas en el futuro Gobierno irlandés

Sigue el recuento en Irlanda y posiblemente los últimos escaños no sean adjudicados hasta mañana. Las diferencias entre los dos partidos conservadores son mínimas y las opciones de una coalición entre ambos se refuerzan frente sus reiteradas negativas públicas.

Con el recuento aún por finalizar, y con ocho escaños aún por decidir, la composición del futuro Gobierno irlandés no deja de ser una incógnita. Aunque Fine Gael sigue siendo el partido más votado, con 49 diputados, y solo le separan de Fianna Fail seis escaños, que podrían reducirse a cinco.

Cuando el casi empate de los dos partidos comenzó a intuirse, se abrió la caja de Pandora de la razón de Estado. Y en nombre de la razón de Estado se alzan las voces que exigen el fin de la disputa histórica entre Fianna Fail y Fine Gael y que ambos partidos entren en una coalición de Gobierno.

Ambos partidos surgieron del conflicto que provocó la guerra civil. Fine Gael, de la mano de aquellos que apoyaron la posición de Michael Collins en la firma del tratado que dio origen a la división de Irlanda, y Fianna Fail, de la de quienes se oponían al tratado. Como cualquier guerra civil, esta también dividió a familias, que primero se encontraron a distintos lados de la trinchera y luego afiliados a los dos partidos distintos.

Y ochenta años después de aquel conflicto, voces desde dentro y fuera de ambas formaciones piden el fin de «las políticas de la guerra civil» y, en nombre de la razón de Estado, una gran coalición de derechas entre dos partidos que, como apunta Gerry Adams, son prácticamente indiferenciables.

Para empezar, dos de los delfines de Enda Kenny, y que se enfrentarán por el liderazgo del partido si finalmente rueda su cabeza como consecuencia del descalabro electoral, Leo Varadkar y Simon Coveney, ya anunciaron su voluntad de considerar una coalición de Gobierno incluso antes de que las elecciones les obligaran a sopesar esta posibilidad.

Las diferencias entre ambas formaciones no son ideológicas y pueden considerarse dos caras de una misma moneda. De hecho, solo hay que referirse a las críticas mínimas por parte de Fianna Fail al presupuesto que el ministro de Economía, Michael Noonan, presentó en octubre, porque su política económica es básicamente la misma, llámese liberal en el caso de Fianna Fail o democristiana en el caso de Fine Gael. Las mismas mínimas diferencias que les separan en materia social, ya que su electorado surge de la misma base socioeconómica, la clase media alta.

Así pues, en lo referido a la negociación de un programa de gobierno, Fine Gael y Fianna Fail no tendrían problemas en formar un Ejecutivo de coalición. Obviamente, existirían desacuerdos, posiblemente entre la línea más populista de los segundos frente al neoliberalismo salvaje de los primeros, pero el entramado de poder garantizaría la supervivencia de su Gobierno.

Así pues, el único obstáculo real a una posible colación estaría en las necesidades políticas de Fianna Fail. Primero, el miedo a la maldición que parece perseguir a los partidos minoritarios que entran en coalición en el Ejecutivo en Irlanda. Ya la han sufrido los progresistas demócratas, los verdes y ahora los laboristas: cinco años de Gobierno a los que sigue un limbo electoral. Segundo, el hecho de que si Fianna Fail acepta los dictados de Fine Gael, sus votantes podrían plantearse para qué ha valido votarles cuando todos las críticas al Gobierno de Kenny son acalladas a cambio de carteras ministeriales.

Con estos temores en mente, es posible que Fianna Fail decida jugar su baza a largo plazo: esperar a las próximas elecciones con la esperanza de una vuelta a la alternancia conservadora en el poder, y volver al Ejecutivo pero como socio mayoritario.

Si la gran coalición no ve la luz, ya se especula con otras posibles alianzas, pero estás involucrarían a diputados independientes y partidos minoritarios, lo que pondría en duda la estabilidad del nuevo Gobierno.

También se plantea la posibilidad de un Ejecutivo de minoría de Fine Gael con el apoyo de Fianna Fail desde la oposición. La cuestión es si se puede hacer oposición desde el acuerdo para apoyar las políticas del Gobierno.

Y todo ello porque Fianna Fail quiere evitar a toda costa que Sinn Féin se erija en líder de la oposición. Aunque esa sería la opción ideal para la izquierda irlandesa, que prefiere una estructura política más europea, con una clara división ideológica en el Parlamento irlandés.

 

Sinn Féin Buscará una alternativa con izquierda e independientes

El presidente de Sinn Féin, Gerry Adams, no se da por vencido y anunció que iniciará una ronda de diálogo con partidos de izquierda minoritarios y políticos independientes para negociar la posibilidad de una coalición de izquierda. El líder republicano, cuyo partido obtendría finalmente 23 escaños (9 más que en las elecciones del 2011), ya indicó que Sinn Féin no entrará como socio minoritario en una coalición de Gobierno con ningún partido. Ante las eventuales dificultades para la formación del nuevo Ejecutivo, Adams advirtió de que la estructura de partido está preparada ante la posibilidad de nuevas elecciones generales a corto plazo, contando con que los comicios en el norte de Irlanda se celebrarán en mayo.S.G.