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El ascenso reabre el debate sobre la ley de reestructuración de la deuda

El ascenso de Osasuna a Primera División ha reabierto el debate sobre la ley de reestructuración de la deuda del club rojillo, que fue aprobada con los votos a favor de UPN, PSN y PPN, que consideran que sin ella este éxito no hubiera sido posible, opinión que no es compartida por quienes la rechazaron.

Las felicitaciones unánimes de todos los portavoces parlamentarios por el ascenso del club han estado acompañadas por manifestaciones alusivas a la norma aprobada en el Parlamento, que han vuelto a evidenciar las diferencias existentes al respecto.

Así, el portavoz de UPN, Javier Esparza, ha puesto en valor la confianza que UPN manifestó a Osasuna al aprobar una ley que tenía como objetivo que el club no desapareciera y así pudiera hacer frente a su deuda con la Hacienda foral.

«Si no fuera por ella, estaría en Segunda B, no se hubiera conseguido el ascenso y el pago de la deuda», ha aseverado Esparza, quien ha reconocido que asumieron un riesgo, creyeron que ésa era la «única opción real y la confianza se ha visto correspondida por la gestión del club y el trabajo de los jugadores y el entrenador».

Ha cuestionado a «otros que no confiaron en Osasuna», a quienes les «dio igual que Osasuna pudiera desaparecer», ha agregado, tras lo que ha incidido en que ahora la situación «ha cambiado del todo, es mucho más positiva».

A favor de esa ley también votó el PSN, cuya portavoz, María Chivite, ha afirmado que esa norma le dio al equipo la oportunidad de seguir jugando y ahora ofrece a Hacienda la posibilidad de recaudar la deuda pendiente.

En relación con esta cuestión. el PSN ha registrado una pregunta al Gobierno para conocer su opinión respecto a la citada ley.

El tercer grupo que apoyó la ley fue el PPN, cuya portavoz, Ana Beltrán, ha considerado que supuso un «balón de oxígeno», una «oportunidad» para el club, que ha permitido que ahora esté en Primera. En su opinión se ha demostrado que «mereció la pena», tras lo que ha apuntado que esperan que ahora se puede cumplir lo estipulado con la deuda.

Desde Geroa Bai, formación que planteó una alternativa a esa norma que no prosperó, su portavoz, Koldo Martínez, no ha querido entrar en este debate y ha instado a «no empañar la alegría» que todos los navarros sienten por este triunfo, «tiempo habrá para sentarse a hablar con tranquilidad y prudencia de lo demás».

El portavoz de EH Bildu, Adolfo Araiz, ha incidido en que la ley «no se puede valorar como si fuera una ley caída del cielo que sirvió para salvar a Osasuna» y ha remarcado que había otras opciones.

Ha deseado que ahora el club pueda recuperar la titularidad de su patrimonio, cuestión que en opinión de Martínez está «fuera de lugar» plantear en este momento y sobre la que Esparza ha indicado que «ojalá sea posible».

Araiz ha opinado que «al margen de esa ley, Osasuna podría haber salido adelante». «A algunos les duele que esté en esta situación y no haber estado ellos en recibimientos oficiales», ha añadido.

Aunque Podemos no tenía representación parlamentaria también cuestionó la ley, según ha recordado su portavoz Laura Pérez, quien ha considerado que favorecía la condonación de una parte de la deuda y por la actitud del Gobierno anterior y de los responsables en Hacienda «al mirar para otro lado».

Ha agregado que esperan que «la victoria sirva para devolver lo que adeuda a toda la sociedad navarra».

En un sentido similar se ha pronunciado José Miguel Nuin (I-E), quien ha insistido en que Osasuna fue llevado a un escenario crítico por la gestión «irresponsable de sus gestores» y por el Gobierno de Nafarroa, que permitió «la anulación de una enorme deuda fiscal», sin que hoy todavía nadie haya dado ninguna explicación, ni asumido ninguna responsabilidad.

«Lo que Osasuna necesita para el futuro son gestores que gestionen bien y un Gobierno que no actúe como actuaron los que permitieron que la deuda fiscal ascendiese a más de 50 millones. No se puede permitir, no se debe tolerar», ha concluido.