Hace dos semanas se aprobaron las cuentas de Gobierno foral, con el que han reeditado el acuerdo presupuestario del año pasado.

Sí, efectivamente. El año pasado se dio un acuerdo ante una situación nueva en Araba, que era un gobierno en minoría de PNV y PSE, que obligada a tomar una decisión: que hubiera presupuestos con la influencia de EH Bildu y con un cambio de dirección, o prorrogar las cuentas del PP o que se diera un pacto PNV-PP. Ante esta situación, optamos por la primera opción. Y lo cierto es que ha habido un cumplimiento satisfactorio.

Y este año planteamos a la asamblea un nuevo acuerdo, basado en cinco ejes: medio ambiente, políticas sociales, empleo, fiscalidad y el aumento de la financiación de las entidades locales. En estos dos últimos entendíamos que tenían que darse unos compromisos concretos. Inicialmente intentamos negociar un acuerdo con Podemos e Irabazi para tener más fuerza en la negociación, pero la invitación fue rechazada por los otros dos grupos. Y al PNV le planteamos que para empezar a hablar del resto de cosas había que tratar esas dos cuestiones.

¿Cómo ha sido la negociación con la Diputación?

Fue una negociación dura, porque el PNV no le gustó tocar estos dos temas. La negociación llegó a estar bloqueada y en algunos momentos más cerca del no que del sí. Finalmente se desbloqueó y entendemos que se consiguió el objetivo: que se incremente en un 0,5% la financiación de las entidades locales, algo que no se había dado en los últimos veinte años. También se ha conseguido el compromiso de que en todas las cuadrillas haya técnicos de Euskara, Medio Ambiente, Participación e Igualdad. En cuanto a política fiscal, quisiera recordar que este año se ha aprobado la modificación del Impuesto de Bienes e Inmuebles y se ha conseguido un calendario para revisar la política fiscal. Se van a discutir modificaciones en IRPF, Impuesto de Sociedades, en el que se plantea limitar las deducciones, y el Impuesto de Patrimonio o grandes fortunas, en el que se plantea revisar el escudo fiscal.

EH Bildu ha defendido en numerosas ocasiones la creación de un impuesto sobre la riqueza, similar al que existía la pasada legislatura en Gipuzkoa. ¿Está dispuesto a hablar el PNV sobre la implantación de este tributo en Araba?

El PNV de Araba es consciente de que ha pinchado en la recaudación, y esto ha supuesto menos dinero, lo que se ha traducido en recortes en el Gobierno vasco, por ejemplo. Ellos son conscientes de que se tiene que revisar el modelo que pactaron con PP y PSE, porque no ha dado los resultados esperados. Y también nos han transmitido, y ese es el compromiso que hemos conseguido, que la modificación fiscal va a ser para aumentar los ingresos.

Está claro que tenemos modelos diferentes y que este tema se tiene dar en los tres herrialdes, en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, para que se produzca la reforma de manera armonizada. Y nosotros vamos a intentar condicionar y presionar lo máximo posible para ir hasta donde podamos. Sabemos que será difícil, pero a mediados del año que viene veremos hasta dónde llega la intención del PNV, y ello condicionará los pasos a dar a partir de entonces.

Ha recordado que la coalición propuso un acuerdo a las fuerzas de izquierda, ¿por qué no fue posible el acuerdo?

Podemos es una fuerza que todavía no está estabilizada y no se han dado las condiciones necesarias. No solo para el tema de los presupuestos, sino para llegar a otros grandes acuerdos. Todavía falta algo. Además, han tenido muchas diferencias en el seno del grupo, han vivido una situación un tanto convulsa que hace que sea difícil abordar planteamientos conjuntos sobre proyectos de calado.

¿Ha habido discrepancias en el seno de la asamblea de EH Bildu a la hora de dar el visto bueno al acuerdo presupuestario?

Ha habido tres asambleas. Han sido asambleas largas, con bastante debate. Por supuesto siempre hay un intercambio de impresiones, porque cualquier opción tiene sus pros y sus contras. Pero, finalmente, se puede decir que una amplia mayoría consideró que con lo que se conseguía se lograba el objetivo de avanzar en el cambio de rumbo.

Han cerrado un acuerdo con PNV y PSE en las Juntas Generales, pero en el Ayuntamiento de Gasteiz, gobernado por las mismas formaciones, EH Bildu ha anunciado que presentará una enmienda a la totalidad.

En el caso de las Juntas Generales de Araba ha habido un seguimiento del acuerdo del año pasado. Un seguimiento serio, con reuniones periódicas, y el nivel de ejecución de lo acordado ha sido alto y satisfactorio. Cosa que no ha ocurrido en el Ayuntamiento de Gasteiz, donde los compañeros comentaban que a día de hoy solo se ha cumplido un 7% de las propuestas que aportó EH Bildu. Hace dos meses se le pidió a Urtaran que reaccionara porque no existían garantirías de que cumpliera lo acordado, había una falta de confianza. Y en estos dos meses no ha habido una respuesta satisfactoria por su parte. Por eso la asamblea de Gasteiz dijo que no se daban las condiciones en el Ayuntamiento para apoyar los presupuestos.

¿Cuál va a ser la línea de actuación de la coalición soberanista de cara a este curso?, ¿cuáles será las prioridades de EH Bildu en las Juntas Generales de Araba?, ¿qué tipo de medidas pondrán sobre la mesa?

Nuestra intención es condicionar e influir para lograr unas políticas más justas y más sociales. Y nuestra prioridades van a ser conseguir unos ingresos mayores con una fiscalidad más justa, más progresiva, además de seguir luchando contra el fraude fiscal, con la aplicación de nuevas medidas. En lo que se refiere a equilibrio territorial entendemos que se tiene que dotar a las cuadrillas, a los ayuntamientos y a los concejos de la financiación suficiente para que desarrollen sus proyectos. Proyectos que fomenten la reactivación económica de la zona, la reactivación de los pueblos. Y en lo que tiene que ver con Políticas Sociales, Empleo, Euskara y Cultura y Medio Ambiente, seguiremos las lineas que hemos abierto en estos años. Unas líneas de actuación que el PNV no hubiera abierto.