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Muskiz

Denuncian las condiciones en las paradas generales de Petronor tras la muerte de un trabajador

Un operario que trabajaba en la parada general de Petronor falleció el pasado sábado por causas naturales poco antes de iniciar su turno. El comité ha denunciado los largos turnos y la situación de tensión que se generan por las prisas de la compañía en poner de nuevo en marcha la producción. 

Instalaciones de Petronor, durante la parada general. (Luis JAUREGIALTZO / ARGAZKI PRESS)
Instalaciones de Petronor, durante la parada general. (Luis JAUREGIALTZO / ARGAZKI PRESS)

Un empleado de una contrata que estaba trabajando en la parada general que se lleva a cabo en la refinería de Petronor, en Muskiz (Bizkaia), falleció el pasado sábado, poco antes de iniciar su jornada laboral en el turno de noche, por causas naturales, según ha informado la empresa en un comunicado.

El comité intercontratas y el de Petronor han emitido una nota conjunta en su blog en el que denuncian las largas jornadas que se llevan a cabo durante las paradas generales y la tensión que se genera, debido al interés de la refinería en volver a ponerse en marcha cuanto antes.

«Es cierto que hemos conseguido que de forma general se respeten los descansos de 12 horas, pero las jornadas más comunes también son de 12  horas. La tensión de los trabajos peligrosos en el entorno industrial y la necesidad de terminar en el tiempo más corto posible, llevan a veces a estas amargas consecuencias», subrayan.

Recuerdan que no es el primer caso, ya que ha habido «cuatro compañeros que han muerto en los últimos años, en circunstancias similares. Todos tenían jornadas superiores a las 8 horas y turnos. En algunos casos a esto se sumaba la precariedad de los trabajos de parada, que no permite faltar ni para ir al médico, y mucho menos enfermar porque entonces lo más probable es que no te vuelvan a contratar».

Para denunciar esta situación de precariedad han convocado, a partir de las 8.00 de este martes, una «jornada de duelo de 24 horas. Hace falta un punto de inflexión para que en la programación de las paradas se incluya también la dimensión humana, no solo como precio de mano de obra, si no como calidad en las condiciones de trabajo».