Maitane ALDANONDO

UNA IDEA SIMPLE PARA PROTEGER EL MÓVIL Y DESARROLLAR UN NEGOCIO

Un joven getxoztarra ha dado con una solución muy sencilla para proteger los teléfonos móviles de las caídas: incorporar un aro abatible en la funda. Animado por un grupo de amigos, lo ha patentado y ha comenzado a venderlo a nivel mundial a través de Internet.

Utilizar el teléfono móvil mientras se camina se ha convertido en un gesto cotidiano, que no pocas veces acaba con el terminal en el suelo. El getxoztarra Yoel Márquez se inspiró en un incidente de este tipo para crear Hoopcase, una funda que, además de proteger el teléfono, evita que ocurran esos pequeños accidentes. «Paseando al perro, con una mano agarrando la correa y con la otra tratando de escribir, se me cayó el teléfono. Intentando buscar una solución, en el momento se me encendió la bombilla: se podía hacer algo con la funda, sin añadirle nada», recuerda.

La solución fue recortar un aro en el que introducir el dedo y que el móvil se quedase “pegado” a la mano. Algunos bocetos y pruebas después tenía un prototipo básico. Lo hizo sin más pretensión que solventar un problema que él tenía, pero al mostrárselo a sus amigos la cosa cambió. «Estaban maravillados y me contagiaron un poco la idea de compartirlo. Quienes vieron una opción comercial fueron ellos, yo no tenía esa visión». Álvaro Cordero, Bruno Vergara y Felipe Dermit son quienes le animaron a lanzarse.

Los cuatro jóvenes vizcainos mejoraron juntos el producto y han llevado a cabo el proceso de patentarlo sin ningún tipo de asesoramiento, lo que les ha dado bastantes quebraderos de cabeza. Tras aceptar su solicitud, comenzaron a desarrollar el plan de negocio. En enero constituyeron una comunidad de bienes y comenzaron la comercialización de Hoopcase.

No tienen estudios relacionados con la tecnología o los números, y pese a que hicieron un curso básico en la Agencia de Creación y Desarrollo Empresarial DEMA, han decidido aprender sobre la marcha. Márquez reconoce que «el ensayo-error es cómo estamos aprendiendo. Lleva desgaste, pero merece la pena. Como el dinero ha sido un problema desde el principio, todo lo que podemos lo intentamos hacer nosotros». Hasta el momento han invertido en torno a 10.000 euros en la iniciativa.

Este producto práctico y funcional incorpora una mejora muy simple, pero a la vez sustancial. El propio Márquez admite que escuchan mucho aquello de «cómo no se me habrá ocurrido». «Es algo que ves continuamente, que no hace falta material añadido, que no tienes que comerte la cabeza demasiado… Es muy sencillo. Se me ocurrió a mí como se le podría haber ocurrido a otro». Su particularidad es que tiene troquelada una sección abatible con forma de aro. El usuario introduce el dedo corazón hasta la segunda falange y la tapa lo ajusta, de forma que puede manejar el teléfono con una sola mano de forma cómoda y segura. Además puede utilizarse como soporte y cuando no es necesario, se pliega y desaparece.

Como la mayoría de las que hay en el mercado, la carcasa está hecha de poliuretano termoplástico, un tipo de caucho que tiene buena amortiguación. Esto protege al teléfono en caso de golpes. Por su parte, el aro resiste hasta 10 kilos de peso. Han prestado especial atención a esta cualidad de cara a evitar los robos callejeros. «En principio si te dan un tirón, no se van a llevar el móvil. Tampoco el dedo. Funciona muy bien para eso», señala el inventor de Hoopcase.

Puntos de venta

Llevan pocos meses de venta, pero hasta el momento la respuesta está siendo positiva, aunque todavía nos son muy conocidos. «A la gente le gusta mucho, la verdad es que no nos podemos quejar. Quien nos conoce ve el video, visualiza el problema que solventa la funda, apuesta y la compra», reconoce. Su precio es de 9,95 euros, IVA incluido, sin contar los gastos de envío. Está disponible para las principales marcas de teléfono en tres colores: azul, rojo y negro.

Hace dos semanas empezaron a vender a nivel mundial. Reciben visitas de Europa y algunas de Sudamérica, e incluso, se han puesto en contacto con ellos para distribuir su producto. Van paso a paso para que no les sobrepase. Venden a través de su web y también en Amazon. Saben que la venta online tiene sus inconvenientes, porque limita el acceso a algunos segmentos de la población: los más jóvenes que no pueden pagar con tarjeta, hay quien desconfía… Por eso, están buscando puntos de venta físicos y esperan tener alguno en Bizkaia y Gipuzkoa este mismo mes.

Están convencidos de que el producto tiene mucho recorrido pero no tienen prisa. Para decidir sus pasos les resulta útil el feedback a través de la web. Así han sabido, por ejemplo, que la funda transparente está muy solicitada. También han recibido la sugerencia de incorporar ciertas modificaciones pensando en las personas con artritis.