Juantxo Merino, del sindicato LAB, quien ha estado acompañado por Patxi Sanz, de CGT, e Igor Peñalver, de ELA, ha comentado en conferencia de prensa que el reciente acuerdo de empleo firmado por Volkswagen con UGT, CCOO y CGC podía ser un «hecho histórico» por la oportunidad de regular «todas» las contrataciones en la fábrica.

Este acuerdo, ha destacado, era una oportunidad para «acabar con décadas de oscurantismo, mercadeo y corrupción» en las contrataciones en Volkswagen, terminando con los «cupos» que discriminan a «una parte importante de los navarros».

Sin embargo, ha afirmado, los sindicatos firmantes de este acuerdo de empleo han incumplido lo pactado en el comité el 29 de septiembre de 2016 por unanimidad.

En aplicación de ese compromiso, ha explicado, este acuerdo de empleo «tenía que ser publico, verificable, transparente, con pleno conocimiento de la plantilla, basado en las directivas europeas, así como normativas y legislación laboral vigente, siendo todo el proceso supervisado y controlado por el comité de empresa».

Sin embargo, ha denunciado, en el acuerdo no se recoge la obligación de estar inscrito en el Servicio Navarro de Empleo para acceder a este proceso, «despreciando y discriminando a aquellos que verdaderamente necesitan un empleo».

Merino ha asegurado que, además, se trata de un proceso «opaco», porque se desconoce qué requisitos se van a utilizar para realizar la preselección, ni cómo van a ser las pruebas para acceder a la bolsa de empleo, ni el lugar que ocupa en la misma cada persona una vez confeccionada la lista.

La empresa, han indicado los sindicalistas, ha presentado el sistema de inscripción por internet a este proceso de selección, en el que cada trabajador de Volkswagen puede avalar a un máximo de tres aspirantes.

Además, Merino ha considerado que el acuerdo es «impresentable» en lo referido a la paridad de género en las contrataciones en Volkswagen Nafarroa, una planta en la que, según ha informado, el porcentaje de trabajadoras se mantiene en torno al 10 % desde hace siete u ocho años y este acuerdo de empleo en ese sentido es «testimonial e inerte», ya que no contempla ninguna medida de igualdad.

El sindicalista ha aseverado asimismo que no existe «ningún tipo de control« del comité de empresa en las contrataciones, porque la dirección «se limitará a informar del inicio del proceso de selección a la comisión de empleo que se creará al efecto y, si así lo desean, del contenido de las pruebas, sin ningún poder de decisión ni supervisión».

También ha entendido que se trata de un acuerdo «corrupto», al ser «un proceso anónimo, un proceso opaco, discriminatorio, sin ningún tipo de control, viciado desde el primer momento».

A juicio de Merino, con el acuerdo se abre «un proceso a dedo en el que la empresa y los que se aprovechan de la corrupción reinante en esta empresa actuarán a su libre albedrío, como en la actualidad».

«El acuerdo podía haber sido histórico, pero es en definitiva un intento de ocultar la corrupción imperante en Volkswagen Navarra y de tapar las vergüenzas de sus actores, es una huida hacia delante de sus firmantes, un intento de justificar y dar por buenas décadas de discriminación y corrupción», ha destacado.

Los sindicatos LAB, CGT y ELA esperan que la empresa rectifique o «le haremos rectificar», ha subrayado Merino, que ha apuntado que están estudiando las medidas que van a adoptar para reconducir la situación, sin descartar la vía legal.