Iñaki ZARATIEGI
DONOSTIA
Interview
ANNA CALVI
CANTANTE

«Quiero subvertir el rol de género, no tener que elegir entre hombre o mujer»

Gema particular del pop femenino británico, Anna Calvi ha dejado pasar cinco años hasta publicar su tercer disco, «Hunter», en el que se sincera sin ambages. Sus sudorosas canciones en clave de rock guitarrero proclaman una actitud muy personal contra los roles tradicionales de género. Se podrán escuchar esta noche en la cita del Jazzaldia donostiarra en el macroescenario de la playa de la Zurriola.

Menuda en lo físico y dulce en la conversación, Anna Margaret Michelle Calvi (Twickenham, Inglaterra, 1980) parece esconder una personalidad que se desdobla radicalmente cuando empuña su guitarra eléctrica y sale a escena. Sus canciones son desgarradamente confesionales y las interpreta con visceral vehemencia, cercana a ratos al grito y el gemido, y rasgando con furia las cuerdas. Se dio a conocer en 2011 con un original debut homónimo y revalidó su valía en 2013 con “One Breathe”, ambos nominados al reconocido premio británico Mercury Music Prize. En su nómina de colaboraciones destacan sólidos valores de la música popular internacional como Brian Eno, Marianne Faithfull, David Byrne (disco de versiones de 2014 “Strange Weather”) o el escenógrafo Robert Wilson, y fue elegida por Nick Cave como telonera para su gira con el proyecto Grinderman.

Su esperada tercera obra “Hunter” (“Cazadora”), que se publica este verano, es una catarsis personal y un canto de libertad a favor de una sexualidad libre y abierta, protagonizada por fin por las propias mujeres y que cuestiona los roles tradicionales de género. Anna Calvi se explicó por teléfono a GARA desde su casa en el londinense barrio de Clapham antes de su visita esta medianoche al Jazzaldia donostiarra clausurando el programa de masivas actuaciones nocturnas en la playa de Gros. Intervendrá en atrevido formato de trío, con solo batería y percusión, y precedida por el soul-pop de la joven madrileña Carolina de Juan y su grupo Morgan.

Le han comparado con Patti Smith, Siouxsie, PJ Harvey… Pero parece que fue Maria Callas la que tuvo un gran efecto en su manera de cantar.

Puede haber tantos artistas masculinos haciendo tantas cosas diferentes como quieran, pero con las mujeres el mensaje que se les da es: solo hay espacio para una.

Si eres otra mujer que toca la guitarra parece que debes copiar a esa mujer. Pero esto no es una carrera, una competencia: si alguien más está diciendo lo mismo que tú es genial. Y sí, Maria Callas tuvo un gran efecto en mí. Me encanta cómo se comprometía con cada nota que cantaba. Hay mucha pasión en su modo de interpretar. La primera vez que la escuché cantar el “Otelo” de Verdi cambió mi modo de enfocar el uso de la voz. Me di cuenta de lo que significa comprometerse emocionalmente como vocalista.

Nick Cave la escogió como telonera para la gira de su propuesta Grinderman. Ahora ha sido producida por  Nick Launay, muy ligado a Cave. Ha colaborado con Brian Eno, Marianne Fiathfull o David Byrne. Elige muy buenas compañías artísticas.

Sí, he tenido mucha suerte de poder encontrar y trabajar con esos músicos. Nick Cave es uno de mis héroes musicales, así que tocar cada noche con él por toda Europa resultó un sueño. A Brian Eno lo conocí por un amigo común, durante un concierto, en Londres. Le mandé algunas maquetas y le gustaron tanto que empezó a hacerme publicidad siempre que tuvo ocasión.

Han pasado cinco años desde su segundo disco hasta este «Hunter» de ahora y entre tanto residió una temporada con su pareja francesa en Estrasburgo. Parece que vivió un gran cambio personal.

Me mudé sin conocer a nadie más que a mi compañera y eso me permitió reimaginar quién era y cuestionar mi identidad, ser la versión de mí misma que quisiera. Mi novia me animó a explorarme de un modo que nunca antes había experimentado: el placer y mi sentido del género, algo que había reprimido mucho. A través del proceso de escribir esas canciones me pregunté si quería identificarme como una “mujer”, con todas las limitaciones que esta etiqueta aporta. Pero tampoco siento que me identifique como hombre. Además de mi propio viaje íntimo explorando mi sentido de género, me inspiré en el actual momento eléctrico de artistas y de la comunidad en general que habla de género y sexualidad. Trataba de reconstruir mi sentido del yo. Pasé de ser una persona completa a una semilla y tener que volver a crecer. Y a medida que me fui fortaleciendo emocionalmente, la música comenzó a fluir.

¿Hay mucho cambio musical o es un disco continuista?

Siempre me gustó la idea de una interacción entre mi voz y la guitarra y quería llevarlo más allá para expresar realmente una sensación de libertad. Quería que el disco se sintiera realmente crudo, que la voz y la guitarra encarnaran esa sensación de libertad. Mi música siempre ha sido extraña, pero quienes me siguen sabían cómo soy. Quienes no necesitan ese tipo de reflexiones en sus vidas no lo notaron seguramente. Y ahora, aquella gente que necesitaba eso de mí lo reconocerá de inmediato.

¿Qué piezas sale a obtener la «cazadora» Anna Calvi?

Nuestra cultura está saturada con la idea de las mujeres cazadas por hombres. Quiero dar una nueva narrativa de la mujer como cazadora que sale y toma lo que quiera, no oprimiendo a nadie sino actuando libremente. Quería que mi voz fuera esa fuerza salvaje porque a menudo, como mujer, se te dice que seas amable y callada y que sonrías. Quería escribir un álbum donde la mujer sea la cazadora en lugar del estereotipo habitual en nuestra cultura como la cazada.

Parece que el término feminista no le era muy cómodo, pero ahora en cambio lo revindica abiertamente.

En realidad siempre he sido feminista, aunque en mis primeros discos se notara menos. Al principio, cuando la gente me preguntaba si era feminista me sentía casi insultada: ¿por qué me lo dicen?, solo porque soy fuerte en el escenario... Pero ahora, después de haber trabajado durante años en un entorno dominado por hombres, diría que sí soy feminista. Hombres y mujeres necesitan reclamar la palabra feminismo. No necesita tener ninguna connotación negativa. Se trata de una evolución cultural en la que todas las personas deberíamos ser iguales.

¿Su mensaje mayor hoy es sobre los roles de género?

Mi mayor mensaje es subvertir los roles de género, ir más allá del género, no tener que elegir entre hombre o mujer. Lucho contra sentirme una marginada e intentar encontrar un lugar que parezca mi casa, un hogar. Si se nos permitiera existir en un punto intermedio y no se nos empujara a los extremos de la masculinidad y la feminidad asumida, seríamos más libres.

Ha escrito una especie de bello manifiesto femenino rebelde.

Gracias. Podría ser… El género es un espectro. Quiero explorar cómo ser algo al margen de lo que se me asignó ser. Quiero explorar una sexualidad subversiva, algo que va más allá de lo que se espera de una mujer en nuestra sociedad patriarcal heteronormativa. Quiero experiencias, autonomía, libertad sexual, intimidad, sentirme fuerte, sentirme protegida y encontrar algo hermoso en todo este desastre.

Son ideas que coinciden con un especial momento de movilización de las mujeres.

Estamos en un momento muy interesante, sí. Es excitante cómo está aumentando el feminismo, hay más mujeres cuestionando el juego, cuestionando por qué las mujeres deben aguantar lo que soportan. Y hay en el mundo muchos artistas queer que tienen voz. Es algo genial.

Está más entregada que nunca a su música.

Estar sobre un escenario me permite ser la persona que no puedo ser en mi vida cotidiana. Ahí puedo probar hasta qué extremos llevar mi fuerza o vulnerabilidad. Mi voz es más fuerte y quiero hacer esto, dedicar toda mi vida a ello y darme totalmente. Expresarme siendo libre, sin preocuparme de cómo me juzgarán las personas sobre lo que quiero hacer con mi cuerpo y conmigo. Es una visión bastante utópica. El orden es aburrido, tienes que encontrar la belleza dentro del caos.

El concierto en Donostia es al aire libre y en una playa abierta. ¿Es un escenario apropiado para su sencillo esquema de trío y su estilo de recitales?

Sí, sí, me parece estupendo, fantástico. Seguro que va a ser muy apropiado y una buena noche.