Bajo el hashtag #MeQueer, gais, lesbianas, bisexuales, transexuales, intersexuales y el resto de miembros de la comunidad LGTB+ de todo el planeta relatan, en primera persona, sus historias de discriminación y acoso. Mirar a los lados antes de dar un beso. Que te lancen botellas por besar a una persona de tu mismo sexo en la calle . Que tus padres fallezcan sin conocer quien eres o que en clase todos sepan que eres gay, antes descubrirlo tu mismo son algunos de los relatos que se pueden leer en internet.

Este movimiento, que ha sido inspirado en el #MeToo en el que las mujeres de muchos rincones del mundo compartieron sus casos de abuso y acoso sexual, lo inició el tuit de un escritor de Brandeburgo (Alemania). «Mi marido es mi marido no mi amigo. #Homophobia #MeQueer”», escribía el pasado 13 de agosto Hartmut Schrewe.

Mein Mann ist mein Ehemann und nicht mein Kumpel. Wann hört das endlich auf🙄😤#Homophobie#MeQueer

— (((HartmutSchrewe))) (@HartmutSchrewe) 2018(e)ko abuztuaren 13(a)

El tuit no tuvo gran repercusión, pero, el hasthag, en cambió fue empleado por muchos miembros del colectivo LGTB+ y se hizo viral. El pasado viernes, 24 de agosto, la etiqueta llegó a ser primer trending topic en el Estado español y su influencia también ha llegado a Euskal Herria, donde se pueden leer vivencias y denuncias en euskara.

Aquí algunos ejemplos de las violencias que la comunidad LGTB+ padece a diario.

Ikastolako irakasleak, etikako klasean, bikote homosexualen adopzioaz ari ginela:

+Homosexualitatea gauza normala da. Bisexualitatea, aldiz, hori ez dut ulertzen.#mequeer

— Ander Gortazar (@derzu_uzala) 2018(e)ko abuztuaren 26(a)

Eskumuturrean ortzadarra jarri eta besoa altxatzen dudan bakoitzean iltzeak bezalako begiradak sentitu ortzadarrera zuzenduak.
#MeQueer

— Aintzane Muguruza (@aintzanemug) 2018(e)ko abuztuaren 26(a)

Voy a contar algo yo también:

Hace unos años, en fiestas de Bilbao, estaba besándome con otro chico.

De pronto pasó volando una botella de cristal como a un metro de nuestras cabezas.

Levantamos la mirada y un grupo de chavales nos gritaron “maricones”.#MeQueer

— Ibon Uría Molero (@iuriamolero) 2018(e)ko abuztuaren 24(a)

Gay por disfrutar leyendo.
Gay por llevar una portada de Harry Potter pegada en la carpeta de clase.
Gay por no querer jugar al fútbol.
Gay antes de que ni yo lo supiera.
Pues escucha: a la larga (y la corta, aunque no lo veas) merece la pena luchar por ser tú mismo.
#MeQueer

— Javier Ruescas (@javier_ruescas) 2018(e)ko abuztuaren 24(a)

A pesar de haber salido del armario como bi con mis padres, no me creen porque nunca les he presentado a una chica. Los/as (sobre todo las) tenemos que demostrarlo constantemente #MeQueer

— Spirit🌙 (@Lamalqueda) 2018(e)ko abuztuaren 27(a)

A pesar de haber salido del armario como bi con mis padres, no me creen porque nunca les he presentado a una chica. Los/as (sobre todo las) tenemos que demostrarlo constantemente #MeQueer

— Spirit🌙 (@Lamalqueda) 2018(e)ko abuztuaren 27(a)

#MeQueer Me siento como si fuera una visita en mi propia casa y con mi propia familia porque no me conocen en absoluto ni me siento comodo siendo yo mismo frente a ellos.

— Woo-aaah!!! (@ManuelitoNeko) 2018(e)ko abuztuaren 27(a)

Que tu madre te diga casi llorando que tiene miedo de que cualquier día te peguen una paliza por ser trans.#MeQueer

— Hijo del viento (@ra_blackwolf) 2018(e)ko abuztuaren 26(a)

Uno no se enamora de sexos, se enamora de personas.

Todo depende de las personas que vayas encontrando por el camino.

No permitas que nadie te etiquete.#meQueer

— Fernando Berlín (@radiocable) 2018(e)ko abuztuaren 26(a)