Alberto CASTRO
Bilbo

Un nefasto año para olvidar en las principales bolsas mundiales

Pérdidas generalizadas en las bolsas mundiales en 2018. Ni Europa ni Wall Street pueden hacer frente al miedo a la desaceleración. Este factor determinante estuvo condimentado por la guerra comercial, el Brexit y, especialmente, la incertidumbre sobre la reacción de las economías de ambas partes del Atlántico sin el apoyo de los bancos centrales.

Las bolsas abren hoy un ejercicio que no debiera tener relación alguna con el pasado, si de obtener rentabilidades se trata. Todas cerraban en negativo en 2018, golpeadas por múltiples factores y estimaciones de futuro nada estimulantes. Los grandes índices de Europa y Nueva York bajaron en 2018 entre un 10% y un 20%.

Los mercados europeos no encontraron muchos puntos de apoyo para sostener el optimismo a lo largo del año. Durante 2017 ya se dejaron entrever algunos de los problemas que hoy asustan y preocupan a los inversores. Uno de los principales, aunque parecía subestimado hasta haber entrado en la recta final de las negociaciones, es el Brexit, que ha encallado a última hora y pudiera terminar causando serios trastornos a las economías de ambos lados del Canal de la Mancha si no se logra un acuerdo.

Todavía más determinante ha sido la evolución de la economía en Europa, donde el BCE ha mantenido hasta diciembre la compra neta de deuda y aún no ha alcanzado su objetivo de acercar el IPC al 2%. Ha insuflado 2,6 billones de euros de liquidez, pero la economía sigue sin acelerar lo suficiente. Es más, las últimas cifras previstas del PIB van en la dirección contraria, ya que para 2018 el BCE espera un incremento del 1,9%, frente al 2,4% del año anterior y el 1,8% de su proyección de setiembre, mientras recorta una décima, hasta el 1,7%, su estimación previa para 2019.

En este contexto, el BCE suministrará más oxígeno a los mercados financieros con la reinversión de los títulos que vayan venciendo durante un largo tiempo. Asimismo, avanzó en diciembre que no prevé subir los tipos de interés, en el 0% desde marzo de 2016, antes del próximo otoño.

En Estados Unidos, aunque la historia es diferente, se han empezado a descontar pasos para la ralentización económica. De momento, los datos siguen siendo sólidos. Con un paro del 3,7% en noviembre y un crecimiento del PIB del 3% en 2018 estimado por la Reserva Federal no parece posible tener problemas. Sin embargo, se tiene miedo a que la normalización de la política monetaria pueda causar un parón brusco de la economía. Las proyecciones de crecimiento de economistas e instituciones apuntan a una caída del ritmo, pero en algunas, además, no se descarta una entrada en recesión antes de dos años. La misma Reserva Federal ha rebajado su previsión para 2019 al 2,3%, frente al 2,5% anterior.

El gran caballo de batalla en la economía estadounidense es ahora la evolución de los tipos de interés. La decisión de subirlos en diciembre por cuarta vez en 2018, y novena desde el inicio de la normalización monetaria en 2015, fue un mazazo para los mercados de renta variable porque esperaban un ajuste menos agresivo. No obstante, la Reserva Federal, que los dejó en una horquilla de entre el 2,25% y el 2,50%, cambió su discurso de cara a 2019 al precisar que las nuevas alzas –ahora considera dos en vez de tres– deberán estar justificadas por los datos.

Hay muchas voces, como la de Trump, que culpan a la Reserva Federal de poner en riesgo el crecimiento y abrir la puerta a un escenario muy negativo, donde también aparecen su guerra comercial con China o el final del viento de cola proporcionado por su reforma fiscal.

El conflicto que enfrenta a EEUU con China puede ser también un gran escollo para este año. Todas las previsiones ven serios impactos en la economía global si, finalmente, no se alcanza un acuerdo durante los tres meses de tregua concertados y acaban imponiéndose las subidas de los aranceles.

 

Ibex, el peor ejercicio desde 2002

El Ibex despidió el pasado diciembre su peor ejercicio en diez años. Acumuló una caída del 14,97%, y abrirá hoy con 8.539,90 puntos.

Los valores más castigados fueron Mediaset (-41,35%), Sabadell (-39,76%), Bankia (-35,84%), BBVA (-34,88%) y ArcelorMittal (-32,92%), mientras que Naturgy (+15,64%), Endesa (+12,71%) e Iberdrola (+8,67%) lideraron las alzas.

Los cierres de 2018 también resultaron muy negativos en París (-12,48%), Fráncfort (-18,26%) y Londres (-12,08%). Hoy partirán con 4.730,69 puntos en la capital francesa; 10.558,96 puntos en Fráncfort, y 6.728,13 puntos en Londres.

Por lo que respecta a Wall Street, que sufrió el peor año desde 2008, las pérdidas fueron más moderadas que en Europa. El Dow Jones bajó un 5,63%; el S&P 500, un 6,24%; y el Nasdaq Composite, un 3,88%. Vuelven hoy a las negociaciones desde los 23.327,46 puntos en el Dow Jones; los 2.506,85 puntos en el S&P500, y los 6.635,28 puntos del Nasdaq Composite. A. C.