«Me disculpo sinceramente por mi incapacidad de continuar en el puesto y por todas las deficiencias durante mi servicio», ha escrito el ministro iraní de Exteriores, Mohamad Javad Zarif, en su cuenta oficial de la red social Instagram, para comunicar su renuncia al cargo.

Zarif dirigió la diplomacia iraní durante el primer mandato de Hassan Rohani (2013-2017) y siguió haciéndolo tras su reelección. Rohani debe ahora decidir si acepta esta dimisión. «Estoy extremadamente agradecido al pueblo iraní y a sus respetados dirigentes por la magnanimidad de la que han dado prueba durante 76 meses», ha añadido el ministro en su mensaje.

Zarif fue clave en la negociación del acuerdo suscrito en 2015 entre Irán y las principales potencias mundiales para el levantamiento de las sanciones a Irán a cambio de una renuncia expresa a un programa nuclear con proyección militar. En los últimos meses habían aumentado las críticas en su contra por parte de los sectores del régimen contrarios a un compromiso con EEUU tras la retirada unilateral de Washington del acuerdo nuclear.

La renuncia de Zarif se ha producido durante la visita del presidente sirio, Bashar al Assad, la primera desde el inicio de la guerra en 2011 a su principal aliado regional en el conflicto que ha enviado apoyo financiero y miles de combatientes para enfrentarse a los yihadistas y rebeldes.  Al Assad ha recibido en Teherán el firme respaldo a la reconstrucción del país por parte de las autoridades iraníes, y se ha reunido con el líder supremo de Irán, Ali Jamenei, y con el presidente Rohani.

Jamenei ha destacado que Siria «logró mantenerse firme frente a una gran coalición formada por Estados Unidos, Europa y sus aliados en la región, y salir victoriosa de ella», pero ha advertido de los «esfuerzos desesperados (de Washington) por llevar a cabo nuevos complots» en el país árabe. Entre ellos, se ha referido a la «zona tampón» planteada en el norte de Siria, como una de las tramas peligrosas de EEUU debe ser rechazada firmemente». También ha criticado el plan de EEUU de tener una mayor presencia en la frontera entre Irak y Siria.

El presidente sirio, por su parte, ha agradecido el apoyo iraní y ha abogado por estrechar aún más los lazos, también económicos. «Irán y Siria deben desarrollar continuamente sus relaciones económicas porque serán un factor importante para anular los complots de los enemigos contra las dos naciones», ha afirmado. Rohaní ha confirmado que Teherán ayudará a Damasco tanto en la reconstrucción del país, devastado tras ocho años de guerra, como en «el proceso de estabilidad y retorno de los refugiados».