Beñat ZALDUA
DONOSTIA

Murga afirma que «nadie se ha quedado sin un test que fuese necesario»

La polémica sobre los test perdura porque algunos responsables no dan explicaciones veraces y se contradicen. Otrotanto pasa con el estudio de seroprevalencia del Carlos III, que arrancó ayer al ralentí. Sus datos determinarán el ritmo y la asimetría de una desescalada que Sánchez avanzará hoy sin saber cuánta gente ha podido pasar el Covid-19.

El chorreo de noticias, ruedas de prensa, anuncios oficiales y filtraciones es tan avasallador que a veces es difícil aclararse con lo que de verdad supone un elemento noticioso en el día a día. Llevamos semanas oyendo hablar, por ejemplo, de la «desescalada», pero no será hasta hoy cuando conozcamos –si la cambiante estrategia comunicativa del Gobierno español no lo evita– los planes de Madrid y París para levantar paulatinamente el confinamiento.

Si nada cambia, será de forma centralizada en ambos casos, por mucho que al sur de los Pirineos se delegue en las Comunidades la aplicación de lo que decida Sánchez. Lo que para Andoni Ortuzar era en octubre el territorio no estatal con mayor autonomía de toda Europa, ayer se convirtió en boca de Josu Erkoreka en la «mentira» de la descentralización, según señaló el periodista Iñaki Larrañaga.

La de la desescalada será sin duda la noticia del día, como lo fue el sábado el sorpresivo anuncio de Sánchez sobre la salida de los adultos a partir del 2 de mayo. Pero cabe preguntarse sobre los fundamentos de tales anuncios, cuando todavía no se conoce el alcance que ha tenido esta primera ola del coronavirus. Para hacer una primera estimación ayer se puso en marcha, por fin, el estudio estatal de seroprevalencia diseñado por el Instituto Carlos III. Quizá fuese la principal noticia del día.

Sus resultados, se ha repetido por activa y por pasiva, serán cruciales para modular la desescalada, ya que no es lo mismo que un 20% de la población haya pasado el coronavirus o que haya sido solo un 2%. Hay estudios y cálculos para apoyar ambas estimaciones. Los resultados del estudio no llegarán antes de ocho semanas, por lo que no está de más preguntar con qué estimaciones presentará mañana su plan Pedro Sánchez.

Dudas sobre el estudio

El estudio será una primera aproximación a la evolución de la pandemia, pero la muestra recogida resulta muy limitada. En Nafarroa serán 2.360 personas las que participarán, pero es que en la CAV, con casi cuatro veces más población, serán «cerca de 5.000», según señaló ayer la consejera de Salud, Nekane Murga. Cabe recordar que en el plan del epidemiólogo catalán Oriol Mitjà para la Generalitat –informe que Lakua solicitó para estudiar–, se recomiendan 44.660 muestras para hacer un estudio de seroprevalencia en Catalunya. Son 6,4 muestras por cada 1.000 habitantes. En la CAV se van a tomar un tercio: 2,3 por cada 1.000. En Nafarroa, la ratio que queda es de 3,8 por cada 1.000.

Para complementar el estudio, Murga explicó que también ayer se puso en marcha en la CAV el denominado «cribado», consistente en hacer pruebas serológicas a 4.147 personas que hasta el 17 de marzo tuvieron algún síntoma compatible con el Covid, pero a los que no se les hizo la prueba PCR. Es decir, no se trata de un estudio para buscar asintomáticos, como se sugirió en el noticiario de la televisión pública, sino para valorar cuántos de aquellos «posibles casos» tuvieron efectivamente el coronavirus. Es un ejercicio útil que dará información sobre la prevalencia del Covid-19 entre aquellos que tuvieron síntomas, pero no detectará a los asintomáticos, por lo que las conclusiones serán siempre parciales.

¿Cuántos casos posibles?

Lo que Murga se negó a aclarar ayer es la cantidad de casos posibles que tienen registrados. Es decir, la cantidad de gente que ha llamado o se ha dirigido a un centro de salud con síntomas compatibles, pero a la que no se le ha realizado un test. En Nafarroa, donde también están haciendo, sin tanto anuncio, test serológicos a este grupo, son unos 13.000, según el Gobierno.

Ayer se le preguntó de forma directa a Murga, pero no quiso contestar. Señaló que eran esos 4.147, cuando poco antes había dicho que esa cifra se refería solo a los diagnosticados como posibles casos hasta el 17 de marzo, hace 40 días. Las ruedas de prensa sin repreguntas son un obstáculo importante.

Claro que dar la cifra total de casos con síntomas sin test quizá echaría por tierra la afirmación que realizó en la siguiente respuesta. Si en días previos defendió que nadie se quedó sin test por falta de capacidad en los laboratorios, ayer fue más allá y aseguró que «nadie en Euskadi se ha quedado sin un test que fuese necesario desde un punto de vista médico».

La afirmación es más que dudosa –tanto GARA como el resto de periódicos han recogido en las seis últimas semanas numerosos testimonios sobre la falta o la tardanza de pruebas–, pero es que además entra en contradicción con dos respuestas parlamentarias firmadas por la propia Murga ayer. En una respuesta al diputado del PP Carmelo Barrio, la consejera confirmó que durante un tiempo se permitió a médicos con síntomas leves pasados «incorporarse al trabajo sin realizar una PCR». Un criterio que cambió cuando saltó a los medios.

En respuesta a la diputada de EH Bildu Rebeka Ubera, Murga explicó que se prioriza el test a personas con infección respiratoria aguda cuando están para hospitalizar o cuando son profesionales de servicios esenciales. El test ante una infección respiratoria aguda leve «se podrá considerar», «tras una valoración clínica individualizada» y cuando no haya «otra labor diagnóstica prioritaria». Otro tipo de síntomas, como la fiebre, la tos o la pérdida de olfato ni siquiera están presentes en el protocolo que guía actualmente la realización de PCR, mientras se suma un día más a la larga espera de los test diseñados por investigadores de la UPV-EHU.

Atención Primaria se prepara

La vigilancia y la detección precoz de casos en Atención Primaria –mediante PCR– es uno de los pilares de la desescalada, según se recoge en las recomendaciones del comité científico de Pedro Sánchez. ¿Están preparados? «En asistencia cumplimos las recomendaciones. La vigilancia y la coordinación primaria es algo que trabajamos y tenemos entre nuestras prioridades», respondió ayer Murga.

 

Lakua pide ahora la obligatoriedad de las mascarillas en el transporte

La consejera de Desarrollo Económico de la CAV, Arantxa Tapia, anunció ayer que propondrá al ministro de Transporte, José Luis Ábalos, que las mascarillas sean de uso obligado en el transporte público. Tapia explicó que la medida busca incrementar la capacidad del transporte público, en el que ahora rige una ocupación máxima del 30%.

La consejera explicó que del pasado lunes a ayer, el uso de este transporte ha crecido un 4%, y prevé que vaya aumentando en las próximas semanas, según se flexibilice el confinamiento y otras actividades económicas vayan levantando las persianas. «Somos conscientes de que cada vez más gente vuelve al trabajo y la demanda de transportes es cada vez mayor», señaló Tapia en rueda de prensa junto a la titular de Salud, Nekane Murga, que hace unas dos semanas descartó el uso de mascarillas señalando que si Pedro Sánchez las usa es porque «tendrá coronavirus».

«Además de mantener la distancia de seguridad, donde esta no se pueda asegurar, proponemos que sea obligatorio el uso de la mascarilla», siguió explicando Tapia, que no se refirió a las dificultades actuales para la obtención de mascarillas.

La consejera también propuso que en algunas estaciones se instalen cámaras para medir la temperatura de los usuarios, de modo que se pueda mandar a casa a aquellos que superen los 37 grados. También defendió la instalación de expendedores de gel desinfectante en las principales estaciones.

La consejera confirmó así un giro en el criterio seguido hasta ahora, tanto en cuanto a las mascarillas como en cuanto al transporte público, dado que hace dos semanas la consejera de Interior, Estefanía Beltrán de Heredia, consideró discriminatorio repartir las mascarillas enviadas por Madrid solo entre los usuarios de dicho transporte.GARA