Etxerat ha informado este miércoles del traslado de Julen Atxurra a la prisión de Aranjuez. El preso lekeitiarra estaba en la prisión de Puerto I, donde el pasado 13 de mayo sufrió un derrame cerebral que le ha dejado secuelas en la parte izquierda del cuerpo.

Hace un par de semanas Etxerat emitió un comunicado en el que advertía de que el traslado de Atxurra, que volvió a prisión tras permanecer ocho días ingresado, era «totalmente insuficiente». Insistió en el que el represaliado «debe estar en Euskal Herria, junto a su familia y su médico de confianza».

«Deben ser excarceladas todas las y los presos especialmente vulnerables al contagio de la covid-19, como quienes superan los 65 años de edad, quienes padecen enfermedades graves e incurables, así como mujeres embarazadas o con hijos o hijas presas», señaló la asociación, que se ha suma a la movilización contra la «cadena perpetua» convocada por Bake Bidea y Artesanos por la Paz el sábado en Donibane-Loitzune.

«La justicia no puede ser venganza, no debe ser chantaje, ni tampoco debe ser instrumento para intereses políticos. No debería serlo, al menos. Desde hace mucho tiempo la mayoría social vasca reivindica pasos valientes y firmes en la resolución y decisiones como la de la Fiscalía frenan esos pasos. Denunciamos posiciones inmovilistas y necesitamos el final de posiciones y decisiones que nos llevan hacia atrás», ha aseverado.