Aritz INTXUSTA

Casado y Arrimadas pierden el norte escuchando el «Gernikako Arbola» a los pies del roble

Ningún saboteador ha realizado montaje alguno. El vídeo de Pablo Casado e Inés Arrimadas bajo el árbol de Gernika sin saber muy bien hacia dónde mirar o dónde poner las manos mientras Iturgaiz masculla por lo bajo alguna palabra suelta es real y ha sucedido este domingo. La campaña venía sosa y algún asesor ha tenido a bien brindar a los vascos un momento mágico.

Iturgaiz, Casado y Arrimadas a los pies del roble de Gernika. (@PPmasCs)
Iturgaiz, Casado y Arrimadas a los pies del roble de Gernika. (@PPmasCs)

A Carlos Iturgaiz nadie le puede negar la vis mediática: lo que hace despierta interés hasta para sus contrarios. Y tampoco se le puede obviar cierto aire cómico. El acto de esta mañana pretendía ser solemne y severo. Gernika es una ciudad que impone eso, respeto. Una réplica del cuadro de Picasso preside la sede de las Naciones Unidas como recuerdo de los horrores de la guerra.

Por lógica, el lugar no se presta a idioteces. Pero, fuera por el rostro de Iturgaiz mascullando o por lo absurdo del paripé, el vídeo resultante del acto de PP y Ciudadanos a los pies del árbol de Gernika resulta cualquier cosa menos serio. Merece la pena subir bien el audio.

Lo de que Iturgaiz hable euskara lo ha tenido siempre la derecha en Madrid como un fetiche. De ahí que este domingo el candidato se ganara el pan escupiendo como podía algunos de los versos del “Gernikako Arbola”, como si cazando palabras al vuelo encajara mejor la presencia de Casado y Arrimadas intentando congraciarse con un símbolo que les resulta absolutamente ajeno.

Muy seguro al candidato no se le vio. Necesariamente, a quien le haya llegado el audio de whatsapp de Isabel San Sebastián alabando la capacidad de Iturgaiz de «cantar trikitixas» ha tenido que venirle a la mente la imagen de este cantando una de esas «jotas navarras pero muy subidas de tono y en vizcaíno». 

No se sabe bien en qué momento se han dado cuenta del error, de que la idea no estaba funcionando. Viendo los rostros incómodos de Arrimadas y Casado mientras sonaba una versión coral y dramática de la canción, parece que desde el segundo compás se han dado cuenta de que algo no iba bien y de que, conforme la melodía avanzaba y el sol del mediodía les castigaba la cara, se iban conveciendo más y más de que no estaban logrando lo que pretendían, sino otra cosa muy distinta, maravillosamente absurda.

El caso es que se han dado cuenta de que no, que culo y témporas no encajan. Al repasar la cuenta de la coalición de PP y Ciudadanos, no existe vídeo alguno de cuando sonaba el “Gernikako Arbola”. Sí que se puede ver el aurresku que les han bailado y los discursos que se han lanzado desde la plataforma diciendo tal y cual cosa.

Pero el momento de la canción, el más memorable del acto de este domingo, ha desaparecido de los canales de propaganda oficiales. Es lo único que no han colgado. Afortunadamente, las de la coalición no eran las únicas cámaras que estaban presentes esta mañana.