Arnaitz Gorriti

Bilbao Basket paga con derrota frente a Brose Bamberg otra mala primera mitad (71-77)

Los hombres de negro han pasado de caer por 26-41 al descanso a empatar a 65 a falta de cuatro minutos para el final. Sin  mbargo, no han tenido ni acierto ni fuerzas en los instantes finales para poder completar la remontada.

«Tenemos que empezar mucho mejor», se ha lamentado Jonathan Rouselle tras caer ante Bamberg. (FIBA.COM)
«Tenemos que empezar mucho mejor», se ha lamentado Jonathan Rouselle tras caer ante Bamberg. (FIBA.COM)

RETABET BILBAO BASKET 71 - BROSE BASKETS BAMBERG 77

«Tenemos que empezar mucho mejor, porque es vital para la confianza». Son palabras de Jonathan Rouselle tras caer ante un Brose Bamberg muy interesante que ha hecho valer su regularidad. Los hombres de negro han vuelto a desperdiciar la primer mitad, y aunque en el último cuarto han llegado a empatar a 65, les han faltado fuerzas para conseguir doblegar al club teutón.

La lesión de Zyskowski ha obligado a Alex Mumbrú a dar de alta a Kingsley Moses, aunque el pívot norteamericano parece tener las horas contadas en Bilbo. Asimismo, Alex Reyes, una vez superados sus dolores también ha podido reincorporarse a la convocatoria bilbaina.

Todo iba a ser necesario para superar a un Brose Bamberg que ha llegado a Miribilla luego de vapulear por 63-100 a la Fortitudo Bolonia en la primera jornada del grupo F, sobre todo después de haber ganado un solo partido de los nueves que ha disputado hasta la fecha Bilbao Basket.

Y lo cierto es que el primer cuarto ha sido como para tragar saliva. Los hombres de negro han firmado un paupérrimo 3 de 15 en tiros, muy a merced de un Bamberg que ha puesto en marcha su maquinaria y no ha mirado atrás. Lockhart, señero apellido baloncestístico en Bilbo, ha sido el primer encargado de machacar la defensa bilbaina, pero sus ocho puntos casi consecutivos han sido casi la mejor noticia para Bilbao Basket de ese inicio, por paradójico que suene.

Es decir, que el 7-19 con el que se ha terminado el primer cuarto ha sido un ejercicio de impotencia por parte delos vizcainos. El Brose Bamberg se ha encargado de sobremarcar y asfixiar a Balvin, invitando a tirar –pero recuperando– de tres a los bilbainos, que solo han encontrado un aislado acierto de Kulboka desde lejos. Por desgracia, penetrar ha sido algo peor, ya que la ristra de balones perdidos ha sido difícil de frenar, al tiempo que con la salida de los recambios, el ex de Manresa Kravish ha dado un clínic de juego por la línea de fondo, sin que los hombres de negro hayan sabido cómo pararlo.

El segundo cuarto tampoco ha traído buenas noticias. Ciertamente, la anotación de Bilbao Basket se ha disparado gracias a las penetraciones de Jaylon Brown y Rouselle, así como de la voluntad que le ha echado el equipo de Alex Mumbrú, que ha ensayado quintetos de emergencia, como emplear a sus dos bases más Brown, con un juego interior compuesto por Kulboka y Kngsley Moses, quizá en sus últimos minutos.

No obstante, esa anotación no ha servido para descontar la desventaja. El Bamberg, con una aparente sencillez en sus movimientos, ha encontrado el acierto en el triple de la mano de Vitali, al tiempo que la entrada de Hall desde el banquillo le ha dado nuevos bríos en el puesto de escolta, superando este a Serron casi en cada acción. Al final, una acción a tabla de Fieler, otro de los grandes jugadores de refresco del cuadro alemán, ha dejado el marcador en un 26-41 difícil de digerir.

Con amor propio

«¡Somos buenos! ¡Estamos mejorando nuestro ritmo!», ha arengado Alex Mumbrú en tiempo de descanso. Y lo cierto es que Bilbao Basket ha reaccionado. Poco a poco, lenta y dolorosamente, y con el defenestrado Kingsley Moses subiéndose al carro de los Kulboka o Jaylon Brown, la renta alemana ha ido decayendo de a poco, al mismo ritmo con el que el Brose Bamberg ha empezado a sumar errores no forzados.

Hasta el entusiasmo en el banquillo ha aumentado, celebrando las acciones positivas que los hombres de negro por fin han conseguido encadenar, al punto de llegar al último cuarto con 51-58, todavía con vida como para remontar, con el único lunar de los tiros libres que han tenido que conceder a un bamberg que ha hallado algo de aire desde la «distancia de la caridad».

Bilbao Basket ha ido limando su remontada, pasando por encima incluso del susto que ha dado Rouselle, con un golpe que ha hecho temer alguna lesión del base titular de los hombres de negro, o las faltas de Jaylon Brown o Kulboka.

Un triple de Jaylon Brown, tras un sinfín de tiros exteriores errados por parte de los bilbainos, más una gran acción en penetración de Serron, ha acercado a Bilbao Basket hasta el 63-65, obligando al técnico rival, Johan Roijakkers, a pedir tiempo muerto, pero a falta de 4.05, Serron ha empatado a 65, siendo este el primer abrazo del duelo.

No obstante, el desacierto en los triples, especialmente de Kulboka, y el bonus de los tiros libres han permitido a Brose Bamberg volver a escaparse con un parcial de 0-7, haciendo cundir el desánimo en unos hombres de negro que han hecho lo más difícil, para quedarse sin capacidad de poner la guinda a sus buenos minutos en la segunda mitad.

Dos canastas seguidas de Jaylon Brown han supuesto un último intento a la desesperada de Bilbao Basket, arrimándose hasta un 71-74 a 19 segundos. El base suplente alemán Hundt solo ha encestado un tiro libre, dejando 18 segundos a los hombres de negro, con un Mumbrú tratando de sacar chispas a un último tiempo muerto.

Sin embargo, la jugada no ha salido y el triple a la desesperada de Serron ha culminado con un mate de Kravish que ha sentenciado el partido. Bilbao Basket debe ponerse el despertador, y cuanto antes.