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Argelia denuncia «maniobras» de desestabilización y reitera su apoyo a la causa saharaui

Después de un día sin reacción oficial al anuncio de Donald Trump de reconocer la soberanía marroquí sobre el Sahara ocupado, Argelia ha denunciado «maniobras extranjeras» de desestabilización y ha señalado a Israel. Advierte de que amenaza el diálogo de paz y reitera su apoyo a la causa saharaui.

Manifestación de apoyo al Sahara, el pasado 21 de noviembre en Donostia. (Gorka RUBIO/FOKU)
Manifestación de apoyo al Sahara, el pasado 21 de noviembre en Donostia. (Gorka RUBIO/FOKU)

Argelia ha denunciado «maniobras extranjeras» de desestabilización y ha citado a Israel, tras el reconocimiento por parte de EEUU de la soberanía de Marruecos sobre el Sahara Occidental a cambio de una normalización de relaciones de Rabat con Tel Aviv.

«Hay maniobras extranjeras que quieren desestabilizar a Argelia. Hay ahora una voluntad de la entidad sionista [Israel] de acercarse a nuestras fronteras», ha afirmado el primer ministro, Abdelaziz Djerad, en la primera reacción de su país a la decisión de Washington.

El sorprendente anuncio del jueves del presidente saliente de EEUU, Donald Trump, de reconocer la soberanía marroquí en la excolonia española, a cambio de que Rabat se comprometiera a normalizar sus relaciones con Israel, generó el rechazo el Frente Polisario y del pueblo saharaui.

En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores argelino ha advertido de que ese anuncio socava los esfuerzos de paz en la región y de que el conflicto solo puede resolverse mediante la aplicación del Derecho Internacional en el marco del proceso de descolonización y la arraigada doctrina de Naciones Unidas y la Unión Africana en la materia.

Argelia, principal apoyo del Frente Polisario y rival de Marruecos en la región, ha reafirmado, asimismo, su defensa del «derecho inalienable del pueblo saharaui a la autodeterminación y a la independencia».

En este contexto, el Gobierno argelino resalta que el anuncio de Trump «carece de efecto legal porque contraviene todas las resoluciones de Naciones Unidas y en particular las del Consejo de Seguridad sobre la cuestión del Sahara, la última de ellas la 2548 emitida del 30 de octubre de 2020».

Esta proclamación «podría socavar los esfuerzos de desescalada que se han desplegado en todas direcciones con el fin de preparar el terreno para el lanzamiento de un proceso político real y para convencer a las dos partes en conflicto, el Reino de Marruecos y el Frente Polisario, de la necesidad de emprender, sin condiciones, el camino del diálogo, bajo la égida de Naciones Unidas, con el apoyo de la Unión Africana».

«Argelia, cuya posición se inclina a la legalidad internacional contra la lógica de la fuerza y los mercados dudosos, reitera su inquebrantable apoyo a la justa causa del pueblo saharaui», concluye.

Referéndum de autodeterminación o plan de autonomía

El Frente Polisario se declaró «en estado de guerra de legítima defensa» el 13 de noviembre al considerar roto el acuerdo de alto el fuego después de que Marruecos desplegara sus tropas en el paso de Guerguerat, en extremo sur del territorio ocupado, con el objetivo de disolver una protesta saharaui que bloqueaba la única carretera que conecta con Mauritania.

La cuestión del estatus del Sahara Occidental, al que la ONU sigue considerado un «territorio no autónomo», a falta de una solución definitiva, enfrenta desde hace décadas a Marruecos y los saharauis.

El Frente Polisario reclama un referéndum de autodeterminación, previsto por la ONU, en tanto que Marruecos –que ocupa dos tercios del territorio– propone un plan de autonomía bajo su soberanía.

Las negociaciones auspiciadas por la ONU, en las que participan el Frente Polisario y Marruecos junto con Argelia y Mauritania, como observadores, están estancadas desde marzo de 2019.

Precisamente, la ONU aseguró que su posición seguía siendo la misma después del anuncio de Donald Trump. Según su secretario general, António Guterres, «la solución del asunto aún puede encontrarse en las bases marcadas por las resoluciones del Consejo de Seguridad»

«El acercamiento entre Marruecos e Israel abre la vía, si no se ha hecho ya, a una ayuda israelí en beneficio del Ejército marroquí en numerosos ámbitos, incluyendo algunos particularmente peligrosos: vigilancia electrónica, vigilancia del cielo, drones, espionaje, manipulación de internet», afirma el periodista y analista argelino Abed Charef.

Para el politólogo Mansour Kedidir, esa presencia sería a una «provocación» y a una «manifestación belicista del vecino marroquí».

«Amenazas inminentes»

En su número de diciembre, la influyente revista del Ejército Nacional Popular (ENP), ‘El Djeich’, insta a los argelinos a «estar preparados» frente a «amenazas inminentes».

Su editorial da cuenta de «la degradación de la situación regional a lo largo de nuestra franja fronteriza y [de] la amenaza que suponen ciertas partes enemigas para la seguridad de la región en los últimos tiempos».

Según la publicación, Argelia estaría «obligada» a asumir sus «obligaciones regionales impuestas por su papel central».

Para cumplir con sus «obligaciones regionales», Argelia aprobó por referéndum en noviembre una enmienda constitucional que revisa la doctrina de su Ejército, el más poderoso del Magreb. Según ésta, el Ejército podrá efectuar misiones de mantenimiento de la paz fuera del territorio argelino.