Iñaki  Iriondo
Cronista político

«Somos la fuerza mayoritaria de largo»

Imagen de la comparecencia de la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, ante la comisión. (EUSKO LEGEBILTZARRA)
Imagen de la comparecencia de la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, ante la comisión. (EUSKO LEGEBILTZARRA)

Hora y media después de que se conociera que los directores gerentes de los hospitales de Basurto y Santa Marina se habían vacunado cuando no les correspondía, perdiendo por ello su cargo, la consejera de Salud de Lakua, Gotzone Sagardui, ha comparecido ante una comisión parlamentaria. Sobre tan escandalosa situación de dos altos cargos de Osakidetza, que además son compañeros suyos de partido y como ella son exconcejales del Ayuntamiento de Bilbo, esto es todo lo que ha dicho al Parlamento: «Para finalizar solo quisiera realizar un apunte. Los protocolos sobre quiénes son los destinatarios de las vacunas son claros y estrictos. El objetivo es vacunar a los colectivos más vulnerables o más expuestos al riesgo. Eso ha de respetarse siempre y sin excusa. Conocidas informaciones relativas a posibles incumplimientos de estos protocolos, ayer mismo se inició una investigación interna y hemos de concluir que a fecha de hoy tenemos encima de la mesa una renuncia y un cese». Ni un porqué. Ni un nombre. Ni un cargo. Quizá la renuncia y el cese sean de dos celadores, o una ginecóloga y un enfermero. A saber.

Todos los grupos de la oposición han pedido más explicaciones sobre lo ocurrido. Pero Gotzone Sagardui no las ha dado. Cuando le ha apetecido ha recogido los papeles y se ha marchado. Era la misma consejera que 13 minutos antes se ha mostrado indignada de que los portavoces se hubieran quejado de que «no respondo, cuando yo respondo a todas las preguntas. Otra cosa es que no les guste la respuesta». Ha llegado a decir que «algunas son capaces de decir una cosa aquí y otra en la calle». En estas comisiones, que se celebran los miércoles con prisa y un formato abreviado, porque luego tiene que participar en las reuniones de la «interterritorial», la consejera aporta la información que ya se ha transmitido ese mismo día por la prensa. De hecho, ha iniciado su intervención con un elocuente «como dije ayer», para anunciar que la situación es muy mala. Menuda novedad.

El nivel de las respuesta que da la consejera se puede medir con la que ha ofrecido a la parlamentaria del PP Laura Garrido sobre cuándo se iba a concluir la vacunación en las residencias. «Me hace preguntas –ha dicho la consejera– que están respondidas repetidamente. Termina el día que apliquemos la última dosis». O cuando a Rebeka Ubera, de EH Bildu, le ha negado que solo haya dos personas en un equipo de apoyo a los rastreadores, afirmación que figura en un documento que ella misma firmó y remitió al Parlamento.

Alguien se podrá preguntar, con lógica, como es posible que el Gobierno actúe así. Quizá la respuesta pueda estar en la intervención del parlamentario del PNV Luis Javier Telleria, que ha lanzado un «yo también empiezo a cansarme», después de haber escuchado a la oposición, y ha querido dejar claro que «somos el grupo mayoritario de largo en este Parlamento y por ello representamos de largo al mayor número de ciudadanas y ciudadanos vascos». Telleria se ha quejado de que, a pesar de su condición mayoritaria, los medios no le dediquemos ni un minuto porque «apoyamos al Gobierno». Un apoyo incondicional, a todo, también a la creación de una comisión compuesta «por dos o por mil quinientas personas». Un apoyo a «la contundencia que tiene el Departamento cuando existe un fallo en la estrategia de vacunación y alguien se cuela en el sistema». Y, cabe suponer, un apoyo también a que la consejera desprecie al Parlamento porque, a fin de cuentas, «somos la fuerza mayoritaria de largo».