Mikel Insausti
Crítico cinematográfico

«Tom and Jerry»

La gran ventaja de los personajes animados con respecto a los actores y las actrices de carne y hueso es que nunca envejecen, con lo que cada nueva generación los redescubre como si acabaran de nacer. Esto explica que Tom & Jerry hayan cumplido los ochenta años de edad en plena forma, con un 80º aniversario por todo lo alto acompañado de una nueva película, como no podía ser de otra forma tratándose de la celebración de una efeméride tan redonda.

El famoso gato y el famoso ratón fueron creados por William Hanna y Joseph Barbera en 1940, que es cuando el estudio Metro Goldwyn Mayer lanzó los primeros cortometrajes, los cuales se solían pasar delante de los largometrajes en sesión doble. Cuando MGM cerró su departamento de animación, fueron derivados a distintas compañías, quedándose con los derechos televisivos Hanna-Barbera, quienes participan en esta última producción hecha para Warner, y cuya principal pretensión es hacer olvidar las experiencias previas para la gran pantalla iniciadas con ‘Tom and Jerry: The Movie’ (1992), película que rompió con la tradición muda de la serie al introducir canciones y diálogos para sus protagonistas, algo que decepcionó a sus seguidores de siempre, a pesar de que la banda sonora fue compuesta por Henry Mancini.

La cuestión es que la música original de Scott Bradley siempre había sido utilizada de otra manera, prácticamente como en los tiempos del cine silente. Cada gesto, cada movimiento del gato y del ratón estaban coreografiados musicalmente, lo que hacía de la marca Tom & Jerry un producto único. Al menos fue así cuando eran las estrellas de la función, lo que empezó a cambiar al actuar como artistas invitados. Y lo curioso es que la oportunidad les llegó de rebote, porque la Metro había ofrecido participar en el musical de George Sidney ‘Levando anclas’ (1945) a Mickey Mouse, pero Disney se negó, por lo que en el famoso número de baile con Gene Kelly al final salió el ratón Jerry. La experiencia gustó tanto que la fórmula se repitió en el musical de Charles Walters ‘Mojada y peligrosa’ (1953), donde el felino y el roedor compartían un ballet acuático con Esther Williams.

Queda claro, por tanto, que la idea de introducir a estas figuras de la animación en películas de imagen real no es nueva, y más hoy en día en que un relanzamiento implica necesariamente que Tom y Jerry aparezcan rodeados de rostros reconocibles dentro de un reparto atrayente, como el que encabeza la actriz Chloë Grace Moretz en el papel de una ‘wedding planner’ que trabaja en un hotel de Nueva York, donde se va a celebrar una lujosa boda al estilo de Bollywood, por lo que en el papel de la novia aparece la actriz australiana de origen indio Pallavi Sharda. La exigencia profesional es mucha, y el buen resultado de la organización del evento es puesto en peligro desde el momento en que nuestro ratón es el nuevo y molesto huésped del establecimiento hotelero. A la protagonista no se le ocurrirá otra cosa para intentar atraparlo que contratar a su viejo enemigo gatuno, ignorante de que, si les junta, las consecuencias suelen ser invariablemente catastróficas.

Como jefe de la protagónica Kayla está Michael Peña, mientras que la dirección del hotel recae en Rob Delaney. El divertido Ken Jeong es el chef y Jordan Bolger, el barman. En cuanto al doblaje, se recuperan voces de archivo, entre las que suenan las de William Hanna, Mel Blanc y June Foray, y a las que se suma como novedad la del cantante trap Nicky Jam.

Una incorporación que puede que ayude al director afroamericano Tim Story a no sentirse como pez fuera del agua, ya que su carrera ha estado ligada a su gente, con Kevin Mambo, Ice Cube, Kevin Hart, Queen Latifah, Forest Whitaker o Samuel L. Jackson. De hecho, comenzó de rapero en el grupo T.D.F., pero cuando iban a firmar un contrato con Warner Music uno de los componentes falleció en un tiroteo, por lo que prefirió dedicarse al cine.