NAIZ
BILBO

Condenada a cinco años de prisión por trata de una mujer a la que obligó a prostituirse

La Audiencia de Bizkaia ha condenado a 5 años y un día de prisión a una mujer que engañó con una falsa oferta de trabajo en Bilbo a una compatriota de Nigeria, para obligarle después a ejercer la prostitución.

Palacio de Justicia de Bilbo, en una imagen de archivo. (EUROPA PRESS)
Palacio de Justicia de Bilbo, en una imagen de archivo. (EUROPA PRESS)

La sentencia de la Sección Segunda de la Audiencia de Bizkaia considera probado que la mujer condenada cometió un delito de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, en concurso con un delito de prostitución coactiva, por el que le condena a 5 años y un día de prisión, y además un delito de favorecimiento de la inmigración ilegal, penado con multa de 3 meses y cuota de 3 euros diarios. Asimismo, la condenada deberá indemnizar a la víctima con 10.000 euros

En marzo de 2016 una mujer nigeriana realizó una oferta de trabajo falsa a una compatriota, «conocedora de la situación de necesidad y precariedad económica en que se encontraba». Le propuso pagarle el viaje y un puesto de trabajo como peluquera en Bilbo y la víctima aceptó.

El traslado a Bilbo comenzó en Nigeria en autobús, luego en furgoneta a través del desierto hasta Libia y allí permaneció dos meses hasta viajar en patera a Italia, donde fue rescatada por un barco de salvamento junto con el resto de las personas que iban en la embarcación.

Pasó por varias localidades italianas y contactó de nuevo con la acusada, que le comunicó cómo llegar a Roma y de ahí en autobús al Estado español.

Una vez en Bilbo, tras más de seis meses de viaje, preguntó la mujer que le había hecho la oferta de empleo y esta le dijo que no había tal y que debía pagarle la deuda contraída con ella por el viaje por un importe de 35.000 euros, para lo cual debía ejercer la prostitución en un piso.

En el piso trabajaba en periodos de dos semanas y todo lo que ingresaba era dedicado al pago de la deuda y se lo quedaba la acusada, que además le amenazada con practicar el vudú y causarle mal a ella o a su familia.

En diciembre de 2016, la acusada echó del piso a la víctima pero le dijo que debía seguir pagando la deuda.

En el juicio, la acusada reconoció haber engañado a su compatriota, haberle sometido a un viaje difícil y peligroso, y haberle obligado a ejercer la prostitución.