El papel de la cultura en el conflicto vasco, a debate

Los escritores Ander Zurimendi y Patxi Zubizarreta y el director de cine David Pérez Sañudo han participado este martes en una charla sobre Cultura y Convivencia impulsada por el Foro Social Permanente.

Charla del Foro Social sobre la cultura y la convivencia.
Charla del Foro Social sobre la cultura y la convivencia.

El Foro Social Permanente ha organizado este martes en el Palacio Europa de Gasteiz un espacio de diálogo y reflexión sobre el papel que ha tenido, tiene y debería de tener la cultura en la situación social y política de Euskal Herria. Está charla se enmarca dentro de la iniciativa ‘Bizikidetza landuz. Tejiendo convivencia’ que está llevando a cabo el Foro Social este mes de marzo con cuatro charlas.

Los escritores Ander Zurimendi y Patxi Zubizarreta y el cineasta y escritor David Pérez Sañudo han sido los protagonistas de la mesa redonda de este martes. Han comenzado comentando el «boom» de proyectos que abordan el conflicto vasco que se ha dado en los últimos años con producciones como ‘Patria’o ‘La línea invisible’.

Zurimendi ha señalado que más que un «boom» ha sido un repunte, «porque desde siempre se ha hablado del conflicto vasco en muchas de sus ramificaciones». Trabajos ‘Lobo’, ‘GAL’ o ‘La pelota vasca’ han sido algunos de los ejemplos que ha puesto.

«‘Patria’ es una novela de batalla»

Sin embargo, ha criticado algunas de las producciones de los últimos años. A su juicio, la novela y serie ‘Patria’ «hace un arquetipo de vascos independentistas que son malísimos: homófobos, incultos, racistas, a los que les gusta la violencia indiscriminada… Atribuciones casi ridículas y que no hacen personajes de matices ni de contrastes». En este sentido, ha señalado que es una novela «de batalla y de querer ganar el relato». Este punto de vista lo desarrolló más profundamente hace unos años en este artículo.

«Es legítimo publicar un trabajo con ese objetivo, pero hay que hacerlo de una forma honesta, y ‘Patria’ lo hace de una forma deshonesta porque intenta ser una Biblia, un relato totalizador de lo que ha pasado», ha añadido.

Pérez Sañudo, que ha participado a través de una pantalla, también ha rechazado ese tipo de manifestaciones artísticas o audiovisuales «que se autoimponen la etiqueta de ser la pieza fundamental para entender el conflicto». «Creo que el conflicto es muy complejo y por eso mismo necesitamos un gran número de voces, cuanto más mejor. Es peligroso que haya una voz única», ha señalado.

Zurimendi ha añadido que la memoria vasca debería de ser «un puzzle en el que cada uno pone sus fichas que hablan de lo que ha vivido y sufrido y que respete las ficha de los demás».

«Faltan puntos de vista y producciones internas»

Pérez Sañudo ha indicado que faltan puntos de vista y faltan películas, libros y series que se hagan desde Euskal Herria. En este sentido, ha recordado que los discursos de mayor impacto han sido realizados fuera de Euskal Herria.

También ha animado a huir de los relatos más clásicos y de los confrontamientos más directos. «Hay que entender que hay muchas sensibilidades y que se dan de forma multidireccional. Además, cada generación tiene también sus matices y trae una mochila diferente a la espalda», ha señalado.

Zubizarreta ha coincidido con lo que han comentado los otros dos ponentes y ha destacado que es «muy importante» el interés por el otro. «Cada uno de nosotros y de nosotras tiene que ser protagonista de su vida y ser creador de convivencia, interesándose por el otro», ha explicado.

El papel del arte

Según Zubizarreta, así como el papel del arte en general se ha «devaluado» y no tiene el papel que tenía antes, al papel del intelectual también le ha pasado lo mismo. «Los intelectuales de antes tenían una fuerza simbólica en la sociedad que ha desparecido. Ahora son los tertulianos los que marcan los criterios. Pero es un discurso monocolor y muy gris que no aporta nada», ha reflexionado.

«La cultura puede ser una herramienta de convivencia en el sentido que sea capaz de activar la empatía entre diferentes. La cultura tiene que reivindicar memoria. Porque hay mucho ruido. El arte tiene que sacar poesía de ese ruido, y eso es lo que quizá aparece en ‘Ane’ o en otros trabajos», ha añadido Zurimendi para finalizar.