NAIZ

‪Sindicatos y agentes, contra las condiciones que advierten tras los fondos europeos‬

‪Sindicatos, movimientos sociales y grupos ecologistas de Nafarroa han redactado un manifiesto en el que alertan sobre los peligros que consideran asociados a los fondos de reconstrucción europea. Apuntan que están «al servicio de las corporaciones» y que la clase trabajadora pagará los costes.‬

Sindicatos y agentes denuncian que los fondos europeos van a ser empleados en «resucitar macroproyectos inviables como el Canal de Navarra». (Idoia ZABALETA / FOKU)
Sindicatos y agentes denuncian que los fondos europeos van a ser empleados en «resucitar macroproyectos inviables como el Canal de Navarra». (Idoia ZABALETA / FOKU)

‪Sindicatos y agentes han redactado un manifiesto en el que alertan de las condiciones que advierten tras los fondos europeos y en el que plantean las políticas que consideran prioritarias para conseguir «una salida óptima de esta sucesión de crisis económicas, sanitarias y sociales».‬

‪En concreto, el documento ha sido firmado por los sindicatos CGT, ELA, LAB y Steilas; los grupos ecologistas AHT Gelditu Nafarroa, Ekologistak Martxan, Ecologistas en Acción de Tutera, Lizarraldeko Ekologistak Martxan, Lizarra Ciudad de Acogida, Lurra, Plataforma Urbasa-Handia Bizirik y XR-Iruñea; las asociaciones Attac Navarra-Nafarroa, Fundación Sustrai Erakunde, Iruña Gerora, Martes al sol, Plataforma Papeles Derechos Denontzat y Urbizi Nueva Cultura del Agua; y los grupos políticos Ahora Navarra-Nafarroa Orain y Antikapitalistak.‬

‪En el documento, recuerdan que la UE ha cambiado su discurso y ha pasado de la austeridad y el ajuste de la crisis de 2008 a términos como estímulo y resiliencia a raíz de la crisis provocada por el covid-19. Pero consideran que, en realidad, «este nuevo rostro oculta las mismas intenciones: ‬satisfacer la voracidad de las élites empresariales a costa de empobrecer aún más a las clases trabajadoras».

En concreto, detallan que el denominado plan Next Generation UE, con su «ingente cantidad de fondos públicos», tiene evidentes sombras. Por ejemplo, ponen el acento en lo poco claros que son los criterios de elección de los proyectos a financiar con esos fondos, aunque, en el caso de Nafarroa, ya «se oye hablar de la resurrección de macroproyectos inviables como los parques eólicos y solares o el Canal de Navarra».

Además, se da la circunstancia de que una vez que se reimplante el Plan de Estabilidad, suspendido actualmente por el covid, lo que permite endeudarse sin límite a los estados, «los fondos estarán condicionados a la puesta en marcha de ajustes presupuestarios», con lo que esa frase entraña de recortes.

‪Por estos motivos, los firmantes del manifiesto consideran que ‬Next Generation «supone otro paso más de las políticas de una UE siempre al servicio de las grandes corporaciones». Y además, viene acompañado de unas condiciones que harán que, en un futuro próximo, «las clases trabajadoras se precarizarán cargando sobre sus espaldas con los costes de este nuevo trasvase de dinero público a manos privadas».

Teniendo en cuenta estos elementos, los firmantes del documento rechazan «por completo» el plan Next Generation y plantean varias políticas que consideran prioritarias para conseguir una «transformación real del modelo socioeconómico» que no recaiga «sobre los mismos hombros de siempre».

Así, plantean dar solución a «la enorme deuda pública sin renunciar a aplicar soluciones definitivas como la condonación o la quita; compensar y corregir los diferenciales de inversión y gasto en salud, ciencia, educación, protección social y equilibrio territorial, y reforzar el carácter público de los servicios esenciales y recuperar la gestión pública de ámbitos estratégicos como la energía, la vivienda o la banca».

Otras medidas pasan por «poner en marcha una nueva economía capaz de crear nuevos puestos de trabajo destinados a restaurar los ecosistemas, invertir en nuevas formas de consumir y producir que corrijan y eviten los futuros colapsos ambientales y sociales, y actuar en consecuencia con la Declaración de Emergencia Climática, promovida en 2019 por el Parlamento de Navarra y apoyada por varios ayuntamientos navarros».

Por último, proponen «alcanzar el equilibrio territorial y una deseable digitalización controlada de forma democrática».