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Vox contesta con un discurso de odio al de reconciliación de EH Bildu

El expresidente de la AVT y hoy diputado de Vox Francisco José Alcaraz ha perdido los nervios rompiendo una enmienda de EH Bildu por la convivencia y maldiciendo a sus cinco diputados este miércoles en el Congreso. Una actitud reprochada desde la presidencia y otros grupos.

Alcaraz, rompiendo la enmienda de EH Bildu. (Congreso)
Alcaraz, rompiendo la enmienda de EH Bildu. (Congreso)

Un debate sobre víctimas en el Congreso de los Diputados este miércoles ha deparado un contraste frontal entre Vox y EH Bildu, con Francisco José Alcaraz, antes presidente de la AVT y ahora diputado de Vox, como protagonista. Ha tenido que ser interrumpido por la Presidencia de la cámara tras insistir en llamar «terroristas» a los cinco diputados independentistas y ha acabado rompiendo la enmienda de EH Bildu en este punto.

Aunque su bancada le ha ovacionado, no ha salido muy bien parado puesto que el resto de la Cámara ha marcado distancias y diputados como Roberto Uriarte (UP) le han hecho ver que «del odio se sale».

En la enmienda, EH Bidu expresa su «profundo pesar» por todas las víctimas del conflicto, incluidas las de ETA. Y esa mención ha sido paradójicamente la que ha sacado de sus casillas a Alcaraz, para quien no hay otras víctimas que esas.

El texto defendido en la tribuna por Mertxe Aizpurua abogaba concretamente por «reconocer a todas las víctimas de la violencia ocurrida en el Estado español y asegurar el derecho a la verdad, la justicia y la reparación para todas ellas». Y precisamente comenzaba lamentando que esta cuestión «no se plantee en términos de avance, sino de rencor. No es esto lo que quiere ni exige la ciudadanía vasca».

También ha planteado Aizpurua que «aprendamos de las víctimas que, cada una desde su espacio, vivencia y relato, están trabajando por la convivencia. Tomemos su ejemplo y empujemos para que el futuro se pueda construir sobre el reconocimiento, la verdad, la justicia y la reparación para todas ellas. Para todas las víctimas. Porque se lo debemos».

«Maldigo su enmienda, a usted y a todos los que le blanquean», ha clamado el diputado de Vox Francisco José Alcaraz, que ha roto el texto de Bildu tras exhibir varias fotografías de víctimas de ETA. Además, ha calificado a los diputados independentistas de «delegados de ETA», organización que ya no existe pero a la que ha mentado una docena de veces en su intervención como si estuviera aún en acción. «Su jefe es Otegi, Otegi es de ETA y por tanto ustedes son de ETA», ha insistido por ejemplo.

En términos también muy duros se ha manifestado contra el Gobierno y, sobre todo, contra el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero: «Me quedé corto en llamarle embajador de ETA».

En un tono radicalmente diferente, Aizpurua ha considerado que su discurso «genera más odio y confrontación» y que no contribuye a «sanar las heridas aún abiertas». «Tenemos que ser capaces de entender los diferentes sufrimientos sin clasificar ni equiparar: hay que empatizar», ha defendido.

Legarda, López y Uriarte

Desde el PNV, Mikel Legarda se ha preguntado, como ya hiciera ayer en el debate de otra moción similar, por qué hay que mantener la política de dispersión diez años después de que ETA dejara la lucha armada.

Legarda ha pedido a todos «un esfuerzo conjunto para el cierre definitivo del pasado» y ha remarcado la «injusticia» de la violencia de ETA, pero ha dejado claro que, a la vez que hay que mantener el compromiso con la memoria, la verdad y la justicia, hay que ser capaces de promover las condiciones más favorables para la reinserción de los victimarios.

Unas palabras que no han gustado al diputado de Ciudadanos Miguel Gutiérrez, que ha dicho no saber qué le había producido «más dolor de estómago», si las palabras de EH Bildu o las de Legarda.

El diputado del PSOE Patxi López ha señalado que, aunque hay muchos relatos de lo que pasó, «los socialistas no vamos a permitir» que se mezclen víctimas y victimarios ni que se enfrente a unas víctimas con otras.

«No me hablen de memoria a las víctimas ni de libertad, porque, si hoy nadie tiene que arriesgar su vida por defender sus ideas, es porque algunos, entre ellos, el ministro del Interior, se jugó la vida por defender la democracia», ha asegurado López.

La diputada del PP Teresa Jiménez-Becerril ha considerado que las víctimas no tienen que acudir a los tribunales si no están de acuerdo con la política penitenciaria del Gobierno, pues tienen que ser el presidente del Gobierno, el titular de Interior y la fiscal general del Estado los que deben defenderlas.

«Y si no quieren hacerlo, váyanse los tres a su casa, porque España no merece ser gobernada por un presidente que no respeta el Estado de Derecho», ha afirmado Becerril, para quien «la mayor humillación» es tener en el Congreso a EH Bildu y «la segunda» es que el PSOE pacte con este grupo «confundiendo a los jóvenes, que nunca sabrán quiénes son sus héroes».

Roberto Uriarte, de Unidas Podemos, ha dicho a Vox que «ustedes no están obligados a ser odiadores profesionales», pues «del odio se puede salir», y, tras considerar que es legítimo ser conservador, ha precisado que «lo que no es legítimo es basar la política en el odio».