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Josu Urrutikoetxea se desvincula del atentado contra el cuartel de Zaragoza

El juez de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, ha comunicado a Josu Urrutikoetxea su procesamiento en el atentado contra el cuartel de la Guardia Civil en Zaragoza (1987). Por videoconferencia desde París, Urrutikoetxea ha leido un escrito en el que niega su implicación en ese ataque.

Josu Urrutikoetxea, fotografiado el pasado diciembre en París. (Jagoba MANTEROLA)
Josu Urrutikoetxea, fotografiado el pasado diciembre en París. (Jagoba MANTEROLA)

El titular del Juzgado Central de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional española ha tomado declaración indagatoria por videoconferencia a Josu Urrutikoetxea, que reside en París desde que saliera de la cárcel de La Santé en julio de 2020 con la obligación de portar una pulsera telemática.

Según han informado fuentes jurídicas presentes en la sesión a la agencia española Efe, tal como hiciera en un trámite similar el pasado 17 de febrero –cuando negó su implicación en el atentado que costó la vida en 1989 en Gasteiz al directivo de Michelin, Luis Hergueta, cometido por ETA pm, organziación en la Urrutikoetxea nunca militó–, el vecino de Ugao ha evitado responder a las preguntas del juez.

Como entonces, hoy también ha leído un comunicado en el que se desvincula expresamente del ataque cometido, hace 34 años, por ETA en la capital aragonesa y que costó la vida a 11 personas.

Además, ha alegado que considera injustificado su procesamiento en esta causa, al entender que se le están atribuyendo ahora unos hechos por los que el Estado francés no accedió a su precedente entrega, en 1996.

Ni entonces ni durante su estancia de siete años en prisiones del Estado español se le imputó ese atentado, aunque a raiz de que saliera de prisión y fuera elegido como miembro del Parlamento de Gasteiz la Audiencia Nacional activó la causa.

Fuentes de la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC), que ejerce la acusación popular en este procedimiento, han apuntado que la comunicación del procesamiento a Urrutikoetxea «permitirá que se pueda proponer al juez instructor la práctica de nuevas pruebas».

Así, han indicado que plantearán que se tome de nuevo la declaración de los miembros del denominado 'comando Argala' de ETA -a excepción de Xistor Haranburu, excarcelado hace unos meses, los otros tres integrantes de ese grupo ya acumulan 30 años de encarcelamiento-, así como de Francisco Múgica Garmendia, encarcelado tras su detención en 1992 en Bidarte (Lapurdi) y que recobró la libertad 29 años después, con la condena más que cumplida y sin que se le computaran los años de encarcelamiento en el Estado francés.

Sin perspectiva cercana de entrega

La nueva citación del tribunal especial español se produce después de que Urrutikoetxea haya designado como abogados en esta causa a Gonzalo Boye, defensor del expresidente catalán Carles Puigdemont, y al letrado donostiarra Jose Maria Elosua.

Boye ya ha venido actuando, de hecho, en apoyo de los abogados que defienden en París al militante vasco, tanto en las causas planteadas desde Madrid como en las relativas a las dos condenas en rebeldía que recibiera, en 2010 y 2017, el vecino de Ugao por parte de los tribunales franceses.

Cabe recordar que precisamente hasta que se diriman esas causas francesas, que ni siquiera han sido juzgadas, no sería posible en ningún caso la entrega de Urrutikoetxea.

Pese a ello, el representante de la Asociación Española de Guardias Civiles, Jorge Piedrafita, que ejerce la acusación popular en relación al atentado de Zaragoza, no ha dudado en calificar, en declaraciones a la agencia Efe, de «histórica» la mera notificación mediante videoconferencia del sumario a Urrutikoetxea.

Tanto la defensa del militante vasco como las personalidades que han suscrito diversos escritos en prensa y manifiestos de denuncia por su situación han hecho patente, por su parte, que las demandas de entrega sustentadas por la Audiencia Nacional obedecen a una «voluntad de venganza» .

Denuncian la «obsesión de presentar a Urrutikoetxea como un trofeo», a la vista de su larga trayectoria en ETA, y destacan el papel destacado que jugó en los procesos de negociación con el Estado español y también en el proceso que llevó primero al desarme de ETA, de la mano de la sociedad vasca, en 2017 en Baiona, y después a su desaparición definitiva, en 2018.

Urrutikoetxea, de 70 años de edad, se encuentra en libertad bajo control judicial desde el pasado mes de julio cuando fue excarcelado desde la parisina cárcel de La Santé con la obligación de residir en la capital francesa y portar un brazalete electrónico.