Ramón Sola

Urkullu mantendrá el confinamiento de la CAV: no lo ha contado aquí, pero sí a Revilla

El lehendakari, Iñigo Urkullu, ya tiene claro el decreto que firmará el viernes tras el LABI político para solventar el fin del estado de alarma. Ha decidido no revelarlo hasta entonces, pero un dato crucial ya lo ha dado su locuaz homólogo cántabro, Miguel Angel Revilla.

Iñigo Urkulu y Miguel Ángel Revilla posan con los regalos que se hicieron en el acto de Kobaron.      (Marisol RAMÍREZ I FOKU)
Iñigo Urkulu y Miguel Ángel Revilla posan con los regalos que se hicieron en el acto de Kobaron. (Marisol RAMÍREZ I FOKU)

El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha desvelado este martes que el lehendakari Iñigo Urkullu le ha confirmado que la CAV mantendrá su cierre perimetral tras este domingo, cuando acabe el estado de alarma por el covid.

Urkullu dio a entender el lunes que el decreto ya lo tiene definido, aunque no quiso adelantar nada. También se habría sometido hoy al criterio del Consejo de Gobierno, pero se ha decidido mantenerlo en secreto hasta el viernes, que es cuando se reunirá el LABI político y será firmado.

Al parecer, el mandatario de Lakua quiere con ello evitar dar pistas a los tribunales, que serán quienes tendrán que avalar o no el decreto en primera instancia antes de que llegue finalmente al Supremo.

Mientras se mantiene en secreto para la ciudadanía vasca a la que afectará, no deja de llamar la atención que Urkullu sí haya compartido el contenido con su homólogo cántabro, Miguel Angel Revilla, al que le une una gran relación como mostró la escenificación de la desescalada veraniega en Kobaron.

A preguntas de los periodistas sobre la movilidad entre ambas comunidades a partir del domingo, Revilla ha explicado este martes tarde que Cantabria quedará «desconfinada», pero ha añadido que Urkullu le ha enviado un comunicado informándole de que el Gobierno de Lakua va a mantener el cierre perimetral de la comunidad autónoma. Algo que quedará sin sustento legal si decae el estado de alarma, al igual que el toque de queda, pero que Urkullu tratará de mantener vía decreto.

Según ha añadido, Urkullu también le advierte del «peligro que pudiera tener el que los territorios se abriesen dada la relación de personas que diariamente hay entre Euskadi y Cantabria».

«Me dice que, en caso de que ellos abran, el problema lo tendrá Cantabria dado que ellos están en una situación muy preocupante», ha detallado Revilla en una rueda de prensa para presentar nuevas conexiones aéreas con la comunidad autónoma.

Zupiria no había dado pistas

Revilla ha sido sin duda mucho más explícito que el portavoz de Lakua, Bingen Zupiria, que tras el Consejo de Gobierno matinal ha dado muy pocas pistas de las intenciones de Urkullu.

Únicamente ha avanzado que las medidas que se implanten vía decreto «tienen que ver con la movilidad, con los horarios nocturnos y con las agrupaciones de personas».

«El equilibrio de todas esas medidas nos ha permitido hacer frente a la situación, por tanto trabajaremos para contar con el número mayor de recursos posibles, con todas las garantías posibles», ha añadido Zupiria. Y ha remarcado que hay que seguir tomando precauciones en la vida diaria porque nada indica que el próximo verano pueda ser «normal».

En Nafarroa se levantará

La CAV quedará convertida en un islote si se confirma el anuncio -más bien advertencia sanitaria, según su relato– de Urkullu a Revilla. Y es que tanto Cantabria como La Rioja habían apuntado al desconfinamiento perimetral y también lo hace Nafarroa.

La decisión se tomará este miércoles en la reunión del Gobierno Chivite, pero Ser Navarra ha avanzado que se aprobará el desconfinamiento del herrialde, en línea con la decisión de otras comunidades lideradas por el PSOE y también una ampliación de horarios de hostelería.

La hora de cierre pasaría de las 21.00 actuales (una hora más tarde que en la CAV) a las 22.00, siempre en terraza.

Ser Navarra adelanta ademas la intención del Ejecutivo Chivite de mantener el horario de toque de queda (ahora a las 23.00), para lo que necesitará cobertura legal si decae el estado de alarma.

También se ampliaría el margen de reuniones, pasando de cuatro a seis personas como tope y de una unidad convivencial a dos.