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Nafarroa aporta una lectura plural sobre el Siglo de Oro en Almagro

Este año Nafarroa es el territorio invitado al Festival de Teatro Clásico de Almagro, que ha programado hasta seis espectáculos de compañías navarras que ofrecen una relectura en clave contemporánea del legado escénico barroco.

Representación de la obra ‘Yo la peor del mundo’, a cargo de Vaivén Teatro. Pablo LLORENTE
Representación de la obra ‘Yo la peor del mundo’, a cargo de Vaivén Teatro. Pablo LLORENTE

​La presencia de Nafarroa como comunidad invitada en Almagro cabe asumirla dentro de esa apuesta que está haciendo el Festival por visibilizar la diversidad. En este sentido, el director del certamen, Ignacio García señaló que es importante entender que no hubo un solo Siglo de Oro sino muchos Siglos de Oro más allá de Lope, Calderón y Tirso, tres autores varones y madrileños. Esta declaración de intenciones fue realizada el pasado sábado en un acto celebrado en el mítico Corral de Comedias de la localidad manchega donde la actriz Natalia Huarte leyó una dramaturgia escrita para la ocasión por Alfredo Sanzol, titulada ‘Bistiendo el abito de mujer’, y que contó con la asistencia de María Chivite y de Rebeca Esnaola, consejera de Cultura.

Esta, en declaraciones exclusivas para GARA, señaló que los seis espectáculos navarros que podrán verse este año en  Almagro «conforman un programa audaz donde hemos querido dar cabida a diferentes estilos potenciando la mirada femenina, de tal modo que se pueda visibilizar la diversidad cultural que atesoramos en Navarra en el ámbito de las artes escénicas».

Valga como ejemplo, en este sentido, la actuación de Mielotxin Folk Taldea, Hutsun Txalaparta y Tafalla Danza Taldea que tuvo lugar el domingo en el claustro de la antigua universidad renacentista de Almagro. Para Iñigo Arregui, acordeonista y voz del grupo, «nuestra presencia aquí refleja ese impulso que se está dando en Navarra en los últimos años por mostrar toda la riqueza que atesora nuestro folclore y no prestando atención únicamente a lo que ocurre de Pamplona para abajo sino reivindicando también nuestra raíz euskaldun». Mielotxin puso el broche de oro a un fin de semana donde la compañía Pasadas las 4 representó la adaptación para un público adulto de su mítico montaje “El burlador sin sardina”, una relectura del clásico de Tirso donde, según las actrices Belén Otxotorena e Inma Gurrea han querido «dar voz a los personajes femeninos de la obra original trascendiendo ese espíritu de resignación del que hacían gala al ser burladas por el protagonista».

El sábado el turno fue para la compañía TDiferencia y su montaje ‘Laberinto de Juana Inés’, representado en el Teatro Municipal de Almagro y para Raquel Andueza y la Galanía que, con el espectáculo ‘El baile perdido’, rescataron todo ese legado de danzas y músicas populares del Siglo de Oro que fueron prohibidas por la autoridad política. Pero la presencia navarra en Almagro no acaba ahí.

El Festival, que se prolongará hasta el día 25, acogerá además las representaciones de ‘Loco desatino’ de Ana Maestrojuan, que podrá verse el 16 y el 17 en el Teatro Municipal y de ‘El cantar de los cantares’ (días 23 y 24), una performance poética sobre la obra de Fray Luis de León desarrollada por la compañía del Museo de la Universidad de Navarra.


Musical sobre Sor Juana Inés

Uno de los montajes que más aplausos suscitó el pasado fin de semana en Almagro fue ‘Yo, la peor del mundo’ de la compañía donostiarra Vaivén producciones. Con música de Iñaki Salvador, esta insólita aproximación a la vida y obra de Sor Juana Inés de la Cruz parte de un empeño de la productora y también actriz Ana Pimenta por reflexionar «en clave feminista sobre el derecho de acceso a la cultura. Eso nos llevó a una figura como Sor Juana, una mujer que en pleno siglo XVII era bastante más moderna que muchos de nosotros».

Con Itxaso Quintana al frente del reparto y Olga Margallo como directora, el montaje salió reforzado de Almagro: «Un festival como este –comentado Pimenta– te sitúa muy bien a nivel de público, además hemos tenido la suerte de que han venido varios programadores a verlo. Es algo importante habida cuenta de que esta obra la estrenamos en marzo del año pasado y tuvimos que cancelar cuando llevábamos muy pocas funciones por la pandemia. Yo pensé que el espectáculo iba a morir ahí pero, por suerte, está teniendo una segunda vida».

Por su parte, Olga Margallo se muestra feliz de lo bien que ha funcionado la obra en Almagro y alaba el esfuerzo del Festival «por intentar dar cabida a propuestas más libres, como la nuestra, dentro de las infinitas posibilidades que ofrece la relectura de los clásicos».